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A Pina le toca hoy otro trago amargo

  • Por la mañana será interrogado por el juez de la Audiencia Nacional

  • Tributaba a Hacienda tan sólo por el 10% del importe total de los traspasos de jugadores

  • El fraude fiscal podría alcanzar los 200 millones

Quique Pina aparece en un coche camuflado de la Policía Nacional, durante su traslado de Murcia a Madrid ayer por la mañana.

Quique Pina aparece en un coche camuflado de la Policía Nacional, durante su traslado de Murcia a Madrid ayer por la mañana. / marcial guillén / efe

A Quique Pina, consejero delegado del Cádiz Club de Fútbol SAD, le aguarda hoy otro trago amargo, después del vivido el miércoles con su madrugadora detención en su domicilio de Molina de Segura (Murcia), pues a las 10 de la mañana será puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional para ser interrogado por el juez que se encuentra al frente del mismo por los delitos contra la Hacienda Pública, de falsedad documental y blanqueo de capitales que se le imputan tras las investigaciones a que ha sido sometido en los últimos tiempos, dentro de la Operación Líbero, por funcionarios de la Agencia Tributaria encargados de luchar contra el fraude y agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional. Curiosamente, el juez con el que se verá las caras en Madrid el empresario murciano es el gaditano José de la Mata.

Después de pasar la anterior madrugada en dependencias policiales de Murcia, Pina fue trasladado ayer por la mañana hasta Madrid en un coche camuflado de la Policía Nacional. Quique Pina salió de los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Murcia escoltado por unos agentes poco antes del mediodía para entrar en el vehículo que lo llevó hasta la capital de España, donde estaba previsto que pasara la noche antes de su puesta a disposición ante el referido juzgado de la Audiencia Nacional.

A los numerosos datos desvelados el día anterior sobre el contenido de la Operación Líbero, se añadieron ayer algunos ciertamente novedosos recogidos en una información perteneciente a la web elpais.com. En la misma se revela que, según fuentes próximas a la investigación, cuando el agente Quique Pina vendía o traspasaba a un jugador de fútbol de su equipo "solo tributaba por el 10% de su coste: si, por ejemplo, costaba 6,5 millones, pagaba a la Hacienda Pública lo correspondiente a 650.000 euros, el resto se lo ahorraba". Esa aparece como la base del delito de fraude fiscal, uno de los que se le imputan junto al de blanqueo de capitales y el de falsedad documental, sin ser descartable que se le añada otro de insolvencia punible.

A la vista del truco empleado por Pina en esas situaciones, con una división entre 10 de las cantidades ingresadas, parece que el empresario murciano no entendió bien en el colegio la lección básica de matemáticas consistente en que un cero no tiene valor a la izquierda de un número entero. El agente de jugadores detenido el miércoles lo interpretó al revés, como si no tuviera valor a la derecha y, al parecer, lo impuso como costumbre con los lógicos beneficios a la hora de abonar lo correspondiente a la Hacienda Pública, que ingresaba mucho menos de lo debido.

Fuentes próximas a la investigación señalan que el monto global del fraude fiscal acumulado podría alcanzar los 200 millones de euros en los últimos cinco años, periodo del que todavía no habrían prescrito los presuntos delitos de esta índole. Todo ello, a expensas de lo que efectivamente se haya encontrado con ocasión de los registros efectuados el miércoles en casas y despachos de las provincias de Cádiz, Barcelona, Murcia y Granada, y de lo que desvelen los dispositivos electrónicos intervenidos.

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