El Cádiz volvió ayer al trabajo con mejor carita. Un punto, un empate, no salir cabizbajo de un campo de juego, puede cambiarlo todo de la noche a la mañana. Porque el equipo de Javi Gracia incluso mereció ganar en Vallecas y eso se notó ayer y más que se debe notar conforme se acerque el encuentro del próximo domingo.

Tras el día de descanso del domingo, el plantel tuvo una suave sesión de recuperación en la que sólo tocaron balón los que no jugaron el sábado, entre ellos Víctor Ormazábal y Velasco, dos de los jugadores tocados.

En el caso del argentino, uno de los pilares sobre los que Gracia quiere construir su proyecto en la Liga de Fútbol Profesional, su concurso para el duelo del domingo ante el Real Unión de Irún es complicado. Antonio Fernández Cubero, jefe de los servicios médicos del club, manifestó ayer a este medio que "está trabajando sin dolor, lo que es un buen síntoma, pero va a estar muy justito para el domingo". En esta situación también puede influir el hecho de que hoy el equipo descansa y que hasta mañana miércoles no comenzará a preparar el encuentro con todos los efectivos. Velasco también lo tiene complicado para llegar listo al próximo encuentro.

López Silva por su parte acabó el encuentro de Vallecas con una sobrecarga en los gemelos pero podrá jugar si problemas.