El segundo jugador de mayor edad (36 años) de la plantilla del Cádiz, sólo superado por el portero Alberto Cifuentes (37), adquiere esta semana un protagonismo perdido por completo esta temporada. A la espera de llegar a la que será seguramente su última estación como profesional, el defensa natural de Terrasa espera desde el último vagón del equipo que alguna vez se abra la puerta que le permita acercarse a la locomotora. Este próximo partido sucederá algo parecido porque el central será convocado en Liga, lo que no sucedía desde la primera jornada (Almería-Cádiz), el 19 de agosto. La baja del sancionado Aridane es una mala noticia en general, aunque buena para Migue porque ve algo de luz al final del túnel. Pensará algo así como no hay mal que por bien no venga. 

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El zaguero catalán recaló en el equipo amarillo en el último mercado de invierno, procedente de un Huracán Valencia que había pasado a mejor vida al finalizar su agonía financiera retirándose de la competición en el grupo III de Segunda División B. Claudio Barragán le abrió la puerta buscando en él las tablas que precisaba el equipo de cara a un asalto de categoría que no pudo conseguir el entrenador y que, contra pronóstico, saboreó el futbolista.

Migue González pasó ayer por la sala de prensa de las instalaciones de El Rosal. Una vez finalizada la sesión preparatoria, el central habló de su realidad, el rol que le toca ahora que se acerca el final de su carrera profesional. "No soy mucho de quejarme, es una temporada diferente y solo me queda seguir trabajando y estar preparado por si el entrenador decide contar conmigo. Es así de claro". Asume con naturalidad cuál es su papel dentro del grupo mientras no se demuestre lo contrario. "No estoy decepcionado por no jugar. Son circunstancias que el fútbol tiene y me tocan vivirlas ahora como le pasa a otros compañeros. Hay jugadores a los que les gustaría estar en mi situación. Por eso me considero un privilegiado. Hay cosas peores y toca seguir trabajando porque jugar no depende de mí", explicó.

Migue está entrenando como hace todas las semanas a pesar de que sabe que le vuelve a llegar el momento de estar ahí, de realizar un segundo viaje con la expedición después del de Almería en el estreno liguero. Sus leves problemas en el cuello no parece que vayan a ser un obstáculo. "Tuve un mal gesto y se me puso mal el cuello pero son gajes del oficio, hay que seguir y sigo trabajando para estar disponible. He entrenado hoy (ayer para el lector), me he salido en la última parte pero en principio voy a intentar estar disponible".

Como buen veterano de guerra y con un recorrido profesional de 18 temporadas, el zaguero catalán sabe lo que habla cuando se refiere a la actualidad del equipo, al bajón en el que se encuentra por culpa de los marcadores. "Los resultados están ahí. Yo creo que podríamos estar mejor o tendríamos que estar mejor en la clasificación. Las rachas estas están para cambiarlas y yo creo que tenemos que concienciarnos de que hemos pasado unas cuantas jornadas en las que hemos aprendido cómo funciona esta temporada y lo que debemos hacer", agregando con cierta rabia que "tenemos que espabilar ya y para eso estamos trabajando, más ganas que tenemos nosotros de mantener la portería a cero no tiene nadie". "Esta categoría es así y hay que seguir adelante".

Para el experimentado futbolista hay unas leyes básicas en este deporte desde que empezó a practicarlo. "Somos un equipo y me enseñaron de pequeño que el primero que ataca es el delantero y el primero que defiende es el defensa. Nos tenemos que coger todos, juntarnos bien y saber a lo que vamos. Debemos ser conscientes de lo que hay que mejorar y lo vamos a hacer; estoy seguro".

Después de once jornadas, Migue volverá a aparecer en un acta en un encuentro de Liga, lo que será noticia cuando se produzca. La situación de jugadores como Sankaré, Aridane y Servando es ventajosa respecto a la suya. "No he participado mucho, pero es complicado hacerlo cuando ha entrado mucha gente nueva. Yo creo que ya ha pasado un tiempo de adaptación a la categoría y el que no se haya enterado tiene un problema. Tenemos que tirar hacia adelante porque esta categoría es bastante dura; aquí das una ocasión y te la enchufan. Hay que ser consciente de eso", advertía el defensa.

El jugador formado en las canteras del Barcelona y del Sporting de Gijón sabe lo que supone la presión de la masa social y cree que hay que saber convivir con ello. "Es comprensible y respetable la opinión de los aficionados. Los primeros interesados en que esto cambie somos nosotros, pero tenemos que hacer unas cosas u otras para que así sea".

La cita del Anxo Carro es esperada por Migue con los mejores deseos después de más de dos meses sin aparecer en competición liguera. Sus últimas entradas en acta fueron en Copa del Rey, pero como el equipo quedó apeado de ese torneo, sólo queda la Liga. "Llevo esperando la oportunidad de tener minutos el domingo porque todo el mundo sueña con esa ilusión y si no la tienes estás muerto", finalizaba un jugador cuyo DNI muestra sus 36 primaveras, aunque saca a relucir un espíritu combativo propio de un joven que empieza.