"Uno es profesional y trata siempre de darlo todo, pero me va a ser muy difícil dejar de pensar en Jarque y concentrarme al cien por cien para jugar ante el Conil". Kiko Casilla, portero del Cádiz, se mostraba ayer totalmente abatido antes de afrontar el amistoso en el Pérez Ureba. La trágica muerte del central del Espanyol, con quien coincidió en el primer equipo del club catalán hace dos temporadas, le ha dado un golpe en el alma del que trataba de recuperarse en las últimas horas.

"Coincidí una temporada con él y me ayudó mucho. Él era central y yo soy portero, teníamos que hablar mucho, estar en constante comunicación. Es un palo muy duro y te quedas vacío por momentos, mirando a la nada. Cuando me lo dijeron no lo podía creer, pero luego lo ves en la tele, lo escuchas por la radio... y lo acabas asumiendo", lamentaba ayer por la tarde el portero del Cádiz.

"No sé si habrá sido por una cuestión de genética, pero este tipo de muertes no cesan y asustan, no acaban de entenderse", pensaba en voz alta Kiko Casilla antes de calzarse los guantes para defender la portería cadista ante el Conil de Manolo Rueda. "Me va a ser difícil jugar, pero trataré de hacerlo lo mejor posible pensando en Jarque..", se dijo dolido.