El primer entrenamiento dirigido ya con la mirada puesta en la fase de ascenso, desarrollado en la mañana de ayer en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal, estuvo marcado por la mala noticia de la grave lesión de Andrés Sánchez, cuyo alcance se conoció cuando la sesión ya había llegado a su fin.

El balón fue el protagonista de un entrenamiento en el que la intensidad fue máxima, tónica habitual dada la exigencia que siempre imprime el entrenador, Claudio Barragán. El técnico no se cansa de destacar en sus comparecencias ante la prensa el elevado grado de implicaciónde todos los jugadores, y más ahora cuando ha llegado la hora de la verdad.

Si los lateres han quedado cogidos con hilos debido a las lesiones de Óscar Rubio y Andrés Sánchez, el centro de la zaga tampoco estaba exento de problemas. Josete se tuvo que retirar antes del descanso del partido contra el Villanovense debido a una sobrecarga muscular en una pierna que le obligó a guardar reposo. No jugó contra el Arroyo en la última jornada de Liga pero la buena noticia es que ayer trabajó con normalidad con el resto de sus compañeros, de manera que el capitán, ni no surgen más contratiempos, se batirá el cobre en el césped del Tartiere si el entrenador así lo considera.

El Cádiz continúa con los entrenamientos y hoy, mañana y el viernes tiene previsto ejercitarse a puerta cerrada para ultimar los ensayos de cara al primer encuentro de la esperada fase de ascenso.