La Hoya Lorca, un modesto con piel de cordero que hace realidad los sueños
El conjunto murciano sorprende con su imparable marcha pese a su escaso presupuesto
El equipo revelación milita en el grupo IV y no ocupa una posición cualquiera. La Hoya Lorca ha sorprendido a propios y extraños con un liderato que sólo aparecía en los sueños antes del comienzo de la temporada. Ni por asomo pensaba el Cádiz que el rival a batir iba ser el equipo que encabeza la rebelión de los modestos en Segunda División B y lo hace con una contundencia que asusta. El club lorquino, sin hacer ruido, acumula sobrados méritos para brindar en Navidad por el primer puesto labrado semana a semana gracias a su trayectoria casi inmaculada.
Sobre el brócoli mecánico sólo pesa una derrota que ya queda lejana en el tiempo. Perdió en el choque de la jornada inaugural de la Liga en la visita al Granada B (1-0) y desde entonces nadie ha podido con el que equipo más fuerte de toda la categoría de bronce. Sólo el Llagostera, líder del grupo III, es capaz de mantener la producción de puntos de La Hoya y ambos, con 42, están a la cabeza de Segunda B justo en el ecuador del torneo de la regularidad, la que ha demostrado un equipo sobre el que se agrupan los factores que giran en torno a un líder: trabajo, capacidad ofensiva y defensiva, humildad, ilusión y la suerte de los campeones en determinados momentos.
El secreto de la escuadra murciana va más allá de la humildad, característica común de la amplia mayoría de clubes inquilinos del tercer escalón del balompié patrio. Con un presupuesto que apenas llega al medio millón de euros, los responsables de la entidad han sabido confeccionar una plantilla competitiva, que derrocha ilusión y trabajo y que disfruta cada fin de semana en cada partido. Un recién ascendido de Tercera División que a priori entraba en las quinielas para batallar por la permanencia y ahora ve a todos por el retrovisor. Entre sus méritos destacan la victoria en el terreno del Cartagena o el empate en la visita al estadio Ramón de Carranza, dos de los claros candidatos a ocupar el puesto de los lorquinos. Pero lo más llamativo es el escaso número goles recibidos: sólo nueve en 19 encuentros, lo que supone un promedio de 0,47 tantos por partido. Es el equipo que menos dianas recibe de las tres principales divisiones, los mismos que el Alcoyano.
"Parecía un sueño pero no lo es, somos campeones de invierno", rezaba un mensaje en el twitter oficial de La Hoya poco después del final de la primera vuelta. Saborea el liderato pero sin perder la perspectiva del primer objetivo que se había propuesto: la salvación. Con la permanencia en el bolsillo, el club vinculado al sector agrícola del brócoli afronta la segunda vuelta con la tranquilidad y el estímulo que otorgan los deberes hechos y el liderato. Lo que venga a partir de ahora será un premio ganado a pulso por el plantel entrenado por José Miguel Campos bajo la dirección deportiva de Manuel Molina, el artífice del éxito cosechado por una modesta entidad que acapara las miradas. Molina inició el proyecto hace una década desde el escalón más bajo. Después de cuatro temporadas en Primera Regional, la Hoya Lorca subió un peldaño a Preferente, de donde salió tres campañas más tarde para dar el salto a Tercera. Y desde allí, tres cursos después, a Segunda B. La Hoya cierra 2013 como el mejor año de su historia con un ascenso y un reinado que, aunque provisional, ya quisieran otros. El Cádiz, sin ir más lejos, dispone de siete puntos menos, una desventaja recuperable pero considerable en el inminente inicio de la segunda ronda de la competición.
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