Una salida repleta de emoción es la que tenía reservada la historia cadista para Dani Güiza. Un adiós por todo lo alto que pocos aventuraban cuando llegó hace dos años sin convencer del todo por historias pretéritas que ya no vienen a cuento. Por encima de la una y diez de la tarde, el atacante jerezano aparecía en la sala de prensa del Ramón de Carranza escoltado por Manuel Vizcaíno y Juan Carlos Cordero. Todo ello ante la mirada de algo más de setenta seguidores que se congregaron en la despedida de un ídolo para ellos. Sólo con verlos, Güiza echó a llorar... Ahí empezó el final.

No le dejaron solo. No fue una cita fría ni distante; para nada. Fue Güiza en su versión más melancólica. Un adiós soñado pero que le hubiera gustado retrasar en el tiempo. Quizás piense el delantero que no es su hora, pero el club entiende que ese momento ha llegado. Gritos de "Dani, Dani..." nada más abrir la puerta por última vez como futbolista del Cádiz. Ojos rojos y llorosos al escuchar el recibimiento. Le tocaba hablar porque era su día, aunque no podía. Cada tres o cuatro palabras se detenía y agachaba la cabeza. Sus compañeros de equipo presentes (Servando, Salvi, José Mari y Álvaro García) le lanzaron un paquete de clínex. Un último pase para resolver el trago. Ellos también aguantaban el tipo y de sus ojos brotó alguna lágrima.

"Gracias por todo el apoyo..., a todo el mundo; al club, a Juanito (utillero), a Menacho (mantenimiento de El Rosal), a Salvador (responsable de la comida del equipo durante la temporada)... A mis compañeros", momento en el que aumentaba su emoción y los seguidores presentes rompían a aplaudir. "Te mereces lo mejor, Dani", se escapaba entre el bullicio. "Quiero que sepáis que aquí hay un cadista más que estará siempre con vosotros. Y cada vez que pueda vendré a apoyar al equipo. Aquí tenéis a otro socio más", culminaba su breve pero emocionante intervención.

Manuel Vizcaíno afirmó que Güiza "ha defendido la camiseta como un cadista de raza, ha peleado por este escudo y ha sido la alegría en los desplazamientos". "Un ejemplo de saber llevar siempre la situación hasta el ascenso. Te doy las gracias, Dani".

Juan Carlos Cordero, también visiblemente emocionado, agradeció al jerezano "su comportamiento con el club cuando ha jugado y cuando no". "Se va de momento. Un hasta luego porque aquí tendrá su casa y un puesto", confirmando el presidente que cuando cuelgue las botas trabajará para la dirección deportiva del club.

La rueda de prensa acabó con la visualización de un vídeo con las mejores jugadas del ariete con la elástica amarilla, así como con mensajes de los que han sido sus compañeros, algunos de ellos presentes en la cita de ayer.

Con una cerrada ovación y sin esconder sus lágrimas, Güiza se acercó a los aficionados que habían estado en su despedida para firmar bufandas, camisetas, banderas y balones, así como posar con ellos para el recuerdo. Estaba entregado a la causa, saboreando sus últimos momentos como futbolista cadista y devolviendo con cariño y paciencia el apoyo que le ha brindado la masa social de la entidad.

Salió del Carranza como un héroe y llevando bajo el brazo el enorme cartel que decoró la sala de prensa en su adiós. Así es Güiza, genio y figura.