El resultado del Numancia-Cádiz

Golpe de autoridad (1-2)

  • El equipo amarillo da un paso de gigante con una valiosa victoria con la que recupera el liderato y pone de tierra de por medio en la carrera por el ascenso

José Mari celebra el primer gol de Cádiz.

José Mari celebra el primer gol de Cádiz. / LaLiga

El Cádiz CF dio un paso de gigante en su camino a Primera División con una valiosísima (1-2) victoria en el terreno del Numancia con la que no sólo recupera el liderato, sino que además deja al tercer clasificado a nada menos que siete puntos.

El equipo amarillo supo sacar partido cuando peor lo tenía en los últimos minutos, con un hombre menos tras una discreta segunda parte. Un cabezazo providencial del Cala certificó el triunfo en un partido en el que el Cádiz fue claramente de más a menos. Pero mejoró en relación al pasado domingo y encontró la senda de la victoria, necesaria para pelear por el ascenso. Lo que cambia la vida en cuatro días.

Salieron muy enchufados los amarillos, como queriendo borrar desde el principio la nefasta imagen ofrecida ante el Rayo Vallecano. Álvaro Cervera había avisado de la necesidad de asumir riesgos y el Cádiz CF no especuló lo más mínimo, sin conservantes ni colorantes. Jorge Pombo, una de las tres novedades en el once (junto a Bodiger y Espino), avisó antes de los dos minutos con un disparo lejano que obligó a Dani Barrio a desviar el balón a córner.

Pocas veces se ha visto a un equipo tan ofensivo, con las ideas tan claras en ataque, con tanta hambre de victoria.

El mejor arranque que jamás se recuerda en la historia reciente de los gaditanos no podía tener otra recompensa que no fuese el gol. Llevó la firma de José Mari en el minuto 13, pero medio tanto fue de un excelso Nano Mesa. El canario controló el cuero en el costado izquierdo, rompió la cintura a Derik y asistió al roteño, que completó la brillante jugada con un misil desde el balcón del área que se coló como una exhalación en la portería tras tocar el balón en el larguero.

Le pegó con todo José Mari para colocar un 0-1 que llegó a quedarse corto dado el dominio apabullante de los visitantes durante los 20 minutos iniciales, quizás los mejores de la temporada. La sensación es que los amarillos dejaron escapar la oportunidad de dejar sentenciado el partido. Disciplina, robo, asociación con el balón y continuas llegadas al área, como el centro que sirvió Espino (pasado el primer cuarto de hora) despejado por un defensa en boca de gol.

El control era absoluto hasta que los sorianos despertaron en el ecuador de la primera parte. En el 23, David Gil evitó el empate en el mano a mano con Curro, que había entrado hasta al cocina ante la pasividad de Rhyner.

El creciente empuje de los locales cambió el decorado del partido. La posesión, hasta entonces de los gaditanos, pasó a manos de rojillos y empezaron los problemas, sobre todo en el centro del campo. El esférico apareció con frecuencia en el área cadista hasta que llegó la acción de la igualada.

Cala, que unos segundos antes se había cruzado con rapidez para cortar un avance rojillo, cometió un penalti tan tonto como indiscutible al derribar a Higinio dentro del área. El propio Higinio lanzó desde los once metros y David Gil hizo una gran parada pero un metro fuera de la portería. Curro no perdonó en la repetición y colocó el 1-1 en el 36.

Los magníficos minutos iniciales no dieron para más que un empate al descanso. El Cádiz fue de más a menos.

La segunda parte arrancó con una contra de los locales a modo de aviso en un partido alocado. La mejor versión del Cádiz había pasado a mejor vida y si alguno daba la sensación de poder marcar ese ere el Numancia. De hecho, en el 57, José Mari salvó en línea de gol un testarazo de Erik poco después del ingreso en el césped de Choco Lozano.

Los visitantes perdieron el norte y entraron en una dinámica de ruleta rusa mientras David Gil tuvo que dejar su sitio a Cifuentes tras lesionarse una pierna al golpear el balón en un saque de puerta.

Cervera quiso dar una vuelta de tuerca con la entrada de Jurado y Alberto Perea. Una apuesta por la calidad el tramo definitivo con Álex Fernández de mediocentro, Jurado en tres cuartos y Perea en el costado izquierdo.

Los cambios se notaron y el Cádiz recuperó el gps para llegar al área y coquetear con el gol. En el 70, Perea se inventó una genialidad que culminó con un disparo al poste.

Pero de nuevo perdieron de vista el balón los visitantes ante la presión alta de los numantinos, que avisaron en el 78 con un peligroso centro chut de Mateu que obligó a estirarse a Cifuentes para impedir el 2-1.

El empate parecía inevitable pero empezaron a sucederse una secuencia de hechos en un final de locura. En el 85, Perea tiró a la basura sus buenos minutos al buscarse una justa expulsión por dar una patada en la cara Curro.

Al Cádiz le tocaba defenderse como gato panza arriba, pero además sacó todo el jugo posible a una falta para volver a cobrar ventaja en el marcador. En el 89,. Álex Fernández sacó desde un costado y Cala, completamente solo dentro del área, se resarció del penalti que había cometido con un cabezazo certero que dejó sin respuesta a Dani Barrio. 1-2 y seis minutos de prolongación que se hicieron eternos, incluido un remata al poste de Sola.

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