Álvaro Cervera es de esos entrenadores que parten de la premisa de que lo primero que debe hacer un equipo es guardar con máximo celo su portería. El trabajo defensivo es la base desde la que se cimentan las victorias. Una vez apuntalado el sistema defensivo, el siguiente paso es marcar. Jugar bien o mal es lo menos porque lo que vale es la conjugación del verbo ganar.

Si su idea es proteger la zona trasera, tiene un duro trabajo por delante porque el Cádiz tiene verdaderos problemas para contener a sus rivales, como quedó demostrado el pasado domingo en el encuentro contra el colista. De hecho ha recibido goles en nueve de los últimos diez partidos. Un total de 14 dianas en contra en una decena de envites que pone de manifiesto la extrema debilidad de un equipo que sufre ante la más mínima acometida del adversario.

Preguntado ayer por su modelo de juego, Álvaro Cervera explicó ayer que "un entrenador bueno me dijo que el fútbol consiste en tirar a gol y que no te tiren, de la manera en que se haga ya es cosa de cada uno". De lo que se trata, a su juicio, es que "hay que llegar y que te lleguen poco. Si además lo haces bonito y brillante, pues mejor pero al equipo hay que llevarlo arriba. Si la afición disfruta, mejor. La cuestión es ganar los partidos".

El nuevo entrenador es muy meticuloso a la hora de estudiar al rival de turno y no son pocos los partidos que plantea en función de la manera de jugar del equipo que tiene enfrente.