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EL DIOS MOMO

  • Mbaye es la sensación del filial en el inicio de Liga y ya ha entrenado con el primer equipo

  • El central senegalés es internacional sub'20

Se llama Mamadou Mbaye pero en el Cádiz se le ha bautizado como Momo Mbaye. Juega en el filial amarillo y, entre muchos aspectos, destaca por sus casi 189 centímetros de estatura. Es un jugador que en mayo recaló en la entidad gaditana procedente de la 'factoría Pina-Cordero', esa que no para de disponer de futbolistas casi desconocidos en el balompié español y que acaban siendo un referente en nuestra Liga o en la de otro país. Momo Mbaye está siendo una de las grandes sensaciones del Cádiz B en el arranque de temporada. Una sorpresa agradable para compañeros y aficionados que ven en el senegalés una pieza muy importante para que el segundo equipo del club invite a soñar esta temporada gracias a un proyecto que tiene visos de ser muy interesante.

Momo Mbaye es un internacional sub'20 senegalés que tiene 19 años y que precisamente a principios del presente año disputó el Mundial en su categoría con el combinado africano. Procede del AS Dakar Sacre Coeur senegalés, aunque al Cádiz ha llegado a préstamo procedente del Institución Atlética Sud América (IASA), una entidad a la que llegan los tentáculos de Pina y que incluso se llegó a comentar hace algún tiempo que el murciano se había hecho con su propiedad. De una forma u otra el consejero delegado cadista y el director deportivo se empeñaron en tirar de la promesa senegalesa para que ayudara al filial amarillo en Tercera División y siguiera su formación en el balompié español.

El Ceuta, el Atlético Onubense y el Utrera han sido los tres primeros equipos del grupo X en tener que enfrentarse a un muro llamado Momo, en Cádiz, y Mamadou, en Senegal. Un futbolista muy potente en el juego aéreo, que se posiciona bastante bien sobre el rectángulo de juego y que tácticamente roza la perfección sin notarse que cuenta con 19 primaveras. Tiene salida de balón a pesar de que contra el Ceuta la presión de los rivales resultó notoria sobre su parcela. Es zurdo si bien ni mucho menos su limitación es grande con la otra pierna.

Entre sus virtudes, llama poderosamente la atención la capacidad de hacer fácil lo que parece que entraña una notable dificultad, así como el empaque que provoca en el campo sus cerca de 189 centímetros de estatura. Delgado pero muy fibroso, el central está siendo indiscutible para Baldomero Hermoso Mere, entrenador del filial, que está encantando con la aportación del senegalés. Hasta el momento es Moi el que está compartiendo el centro de la zaga con el africano, aunque los laterales y los pivotes defensivos también están disfrutando de sus prestaciones. La apuesta de Mere no es únicamente como hombre de cierre, ya que para la estrategia ofensiva Mbaye tiene un papel protagonista.

Tanto Quique Pina como Juan Carlos Cordero venían comentando en los últimos meses que tenían un celo especial por dotar al Cádiz B de jugadores con suficiente potencial para vivir una campaña plácida en la que, como el equipo profesional, el primer objetivo es la permanencia. Esa apuesta abre la puerta a jugadores extranjeros, tal y como sucedió en la etapa anterior de ambos en la gestión deportiva del club (campaña 2011-12), cuando pasaron por el filial futbolistas como Wilson Cuero, Mohamed Fatau, Akrong, César Valenzuela o el portero Stole Dimitrievski.

Momo Mbaye es el siguiente en esa lista y ha empezado a llamar la atención de Álvaro Cervera, que precisamente esta semana le ha tenido entrenando con la primera plantilla. No es fácil que el senegalés pueda irrumpir en el centro de la defensa cuando hay cinco integrantes (Servando, Mikel Villanueva, Ivan Kecojevic, Marcos Mauro y Sankaré) para dos puestos. Sin embargo es un dato a tener en cuenta que el preparador quiera ver las condiciones del africano, a su vez de lo que supone al zaguero entrenar y convivir junto a los profesionales del líder de la segunda categoría del fútbol español.

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