Control absoluto de la pizarra, las imágenes y los informes

Por el banquillo del Cádiz han pasado muchos entrenadores que han controlado con bastante seguridad la pizarra, las imágenes de partidos propios y de otros equipos, y los informes. Pero ninguno como Jose González ha sido capaz de aglutinar con sumo celo los tres aspectos. El entrenador gaditano implantó esa metodología de trabajo cuando alcanzó la dirección del equipo amarillo por primera vez. Fue en el verano de 2002.

Jose es un técnico que no limita su labor a los entrenamientos con el equipo, que ya son intensos y de larga duración. Las 21 horas restantes del día dan para mucho en materia de ver y preparar discos de DVD (antes eran cintas de vídeo), realizando los montajes necesarios para que las jugadas que se persiguen como ejemplos visuales se puedan ofrecer una y otra vez a los jugadores. Son las llamadas sesiones de vídeo.

El trabajo visual lo lleva Jose acompañado de otro en forma de informes. Cualquier detalle, hasta el más insignificante, se encuentra en las notas que maneja el entrenador en lo que respecta a un equipo, un jugador, una acción del partido o las condiciones de un terreno de juego. Nada queda a la improvisación.

A todo esto hay unir la pizarra, que acompaña a Jose tanto como la botella de agua. Cuando en 2002 tomó las riendas del Cádiz fue lo primero que el club compró: una pizarra. Se utilizaba en Carranza y como visitante.

Se dice que las maletas de todos los entrenadores tienen ruedas. Las de Jose, también. Pero le gana a todas en tamaño para guardar la pizarra, las imágenes, los informes, la suerte y la ilusión.