Cada vez se antoja más claro que el cadismo está condenado al sufrimiento en lo que resta de temporada. Desde que se reanudó la competición tras el prolongado parón se han ido alternando las jornadas de corte positivo y las de corte negativo, provocando que la clasificación parezca un chicle en la parte alta. Si en una se incrementa de manera evidente la diferencia del líder sobre los perseguidores, a la siguiente esa distancia queda recortada. Y viceversa.

En la 36ª jornada, la correspondiente a este fin de semana que ha arrancado el sábado con la disputa de cuatro encuentros, se corre peligro de que se vuelva a producir una situación de este tipo. La anterior resultó tan favorable que se cerró con la renta del Cádiz consolidada en media docena de puntos sobre el tercero (Almería) y nada menos que siete respecto al cuarto (Huesca).

Pero la decepción originada por la merecida derrota encajada en el Ramón de Carranza (0-2) frente a un Tenerife superior de cabo a rabo, sin que la temprana expulsión del roteño José Mari sirva de excusa, vuelve a despertar los temores de que los adversarios directos se acerquen de manera más que inquietante cuando todavía restarán las últimas seis jornadas del calendario.

De momento, lejos de vivir un fin de semana feliz y calmado, lo que hubiera acaecido en caso de vencer a los chicharreros, se verán los partidos de los restantes candidatos al ascenso con muchísimos nervios porque es real el peligro de que tanto almerienses como oscenses recorten de manera muy apreciable su desventaja sobre el primer clasificado.

El Cádiz llega al domingo anclado en los 62 puntos que poseía antes de medirse a la escuadra canaria, pendiente en primera instancia del choque que se celebrará desde las 17:00 horas en tierras burgalesas, donde el Mirandés recibe la visita del Almería, que se halla en condiciones de colocarse con 59 si se adjudica su primer compromiso posterior a la destitución de Guti como entrenador.

Una vez conocido lo que hagan los andaluces en Miranda de Ebro, habrá que aguardar más de 24 horas para ver un derbi aragonés en la cumbre de enorme interés. Zaragoza y Huesca se medirán en La Romareda el lunes por la noche desde las 21:45. Puede que los locales, que llevan 61 puntos, arrebaten el liderato a los amarillos, algo deseado por muchos cadistas porque de paso supondría que el Huesca se quedaría con 55, a siete de los pupilos de Álvaro Cervera. Un triunfo nada apetecible de los oscenses volvería a ubicar a estos a cuatro, algo nada recomendable pese a servir para conservar la primera posición.