El Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz desestimó ayer la demanda de despido nulo y discriminatorio interpuesta por Juanjo Bezares contra el club y dio la razón a la entidad.

La sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), considera que no ha podido haber despido en ningún caso porque no existía relación laboral entre el jugador y el Cádiz, ya que el contrato firmado por ambas partes el 1 de julio del pasado año recogía una cláusula que especificaba que sólo surtiría efecto en el supuesto de que el club disputara algunos de los campeonatos pertenecientes a la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Al no haberse cumplido esa condición -el Cádiz milita en Segunda División B-, el magistrado considera que no existe despido.

Martín José García y Antonio Moya, abogados que han defendido los intereses del Cádiz en este caso, comparecieron ayer en rueda de prensa junto al secretario general del club, Martín José García Marichal, pata dar cuenta de la sentencia favorable a la entidad.

Explicaron que no existía relación laboral con Bezares porque ésta, iniciada en junio de 2006, quedó resuelta en septiembre de 2008, y cuando el jugador quiso volver el Cádiz se lo impidió y lo citó para firmar un nuevo contrato con retribuciones adecuadas a la Segunda B. Los representantes del Cádiz señalaron que había un compromiso de reiniciar la relación laboral y por ello se firmó el susodicho contrato en julio con esa cláusula que finalmente ha resultado clave en este asunto. La victoria judicial del Cádiz ha evitado al club un desembolso total de 594.696 euros (343.218 correspondientes al contrato y 251.478 reclamados por el futbolista como indemnización por daños y perjuicios).

García explicó que la sentencia "sienta un precedente porque clarifica la no existencia de despido pese la existencia de documentos entre dos partes". Señaló además que el juicio se prolongó en cuatro sesiones y que Bezares llevó como testigos a Cifuentes y Álvaro Silva, que se hallaban en una situación parecida, pero no igual, ya que el conflicto con ellos -ya sólo con el central- obedece a las cantidades salariales a recibir, ya que el contrato recoge cifras en caso de jugar en Primera y Segunda, pero en Segunda B. "La sentencia no es extrapolable pero permite ver que la postura del club no es descabellada", subrayó Moya.

García Marichal señaló que la idea del Cádiz "era llegar a un entendimiento con Bezares y también con Álvaro Silva. Los dos han rendido muy buen en el equipo y confiamos en llegar a un acuerdo con Silva". El club tiene presentada una demanda incidental en el Juzgado de lo Mercantil para que éste fije la cantidad económica que debe percibir el jugador, que paralelamente ha recurrido a otra instancia judicial en defensa de su contrato.

"Bezares se podía haber quedado en el Cádiz, pero con otro contrato", remató García antes de finalizar. "Un representante citado como testigo dijo que Bezares tenía oferta de otros equipos, per el jugador las rechazó porque su abogado le dijo que le iba a sacar más dinero al Cádiz".