Cabeza fría, corazón caliente
mirandés | cádiz · la Previa
Objetivo El equipo de Jose debe hilar fino para hacer valer la ventaja de dos goles adquirida en la ida Alineación Enrique, duda hasta última hora en un once que tendrá la novedad de Moreno
Optimismo y prudencia se entremezclan en una sabia combinación con la que toda la familia cadista aguarda el partido de vuelta del equipo amarillo en la eliminatoria contra el Mirandés. Optimismo por el 2-0 favorable al cuadro de Jose González en un choque de ida que revivió los mejores ambientes del Carranza. Un resultado holgado si se tiene en cuenta la buena imagen ofrecida por el conjunto burgalés sobre el tapete gaditano.
Cualquier cadista de pro hubiera firmado este marcador de antemano frente al subcampeón del grupo II. Ahora toca rematar la faena antes de pensar en el siguiente cruce, que en principio sería contra uno de los líderes perdedores de las eliminatorias entre campeones (Lugo, Sabadell o Éibar, el Murcia en ningún caso).
Prudencia porque la ventaja del Cádiz es apreciable pero ni mucho menos definitiva. Los mirandeses no se dan por vencido y hoy apretarán de lo lindo en su terreno, espoleados por una fiel afición que ha preparado el partido con especial intensidad.
Los amarillos están avalados por sus positivas prestaciones a domicilio, pero deberán andarse con cuidado porque el rival tiene suficiente calidad y pegada como para dar un disgusto. En la historia del fútbol hay múltiples casos de remontadas más complicadas.
La escuadra de la Tacita huye de cualquier expresión que se pueda interpretar como exceso de confianza, un enemigo tan peligroso como el conjunto castellano-leonés. Las palabras del entrenador y los jugadores en los últimos días han ido en la dirección adecuada para evitar cualquier amago de euforia. Nada está ganado a falta de 90 minutos que se pueden hacer eternos si el Cádiz no está a la altura de lo que demanda la eliminatoria. El planteamiento mental predispone el ánimo de un equipo que está deseando volver al Carranza el primer domingo de junio. Los pupilos de Jose afrontan el choque en el Municipal de Anduva como si fuera un compromiso de Liga. Álvaro Silva lo decía esta semana: "Es como si fuera un partido de Liga, tenemos que sacar algún punto".
Puntuar significa obtener como mínimo un empate que daría el pase a los gaditanos. Un tropiezo por un tanto también valdría, y hasta por dos goles si los amarillos son capaces de perforar la meta contraria. Pero la derrota no entra en los planes de ningún cadista. La fidelidad del técnico a su estilo invita a pensar en un encuentro similar al que el Cádiz disputó contra el Sevilla Atlético a principios de mayo en el estadio Sánchez Pizjuán. Los amarillos se llevaron tres puntos decisivos (0-1) gracias a la excelente labor defensiva de todo el bloque y a la puntería para aprovechar alguna ocasión. El guión parece escrito, con un Mirandés volcado en ataque y un equipo visitante centrado en tapar los espacios y cerrar las líneas de pase, sin perder de vista el contragolpe. El equipo que marque primero dará un golpe psicológico y un paso adelante en su objetivo. Si lo hacen los anfitriones, verán más cerca la remontada. Si lo consiguen los visitantes, la eliminatoria se teñirá de amarillo de manera casi definitiva.
La expedición cadista viajó ayer con 17 jugadores, un número inusual porque en el acta del encuentro sólo caben 16. Enrique ha pasado toda la semana entre algodones por un problema en una rodilla y su participación está en el aire, tanto que Jose ha incluido a Aarón Bueno en la convocatoria. Cada partido es una final y el entrenador quiere apurar hasta última hora para intentar contar con el extremeño. Si el '8' no está tope, Juanse -totalmente restablecido del esguince de tobillo que sufrió hace un mes- tiene todas las papeletas para ocupar su lugar en la derecha.
El once inicial podría presentar otra novedad, esta vez por razones tácticas. Antonio Moreno apunta a la titularidad en detrimento de Pachón. El delantero malagueño, que se estrenó como goleador en casa en el momento más oportuno, reúne el perfil deseado por el técnico para jugar de espaldas a la portería, fijar a los centrales y actuar como una mosca cojonera para entorpecer la salida del balón.
La alineación probable estará formada por Álvaro Campos en la portería, con la habitual línea defensiva por delante, configurada por Cifuentes, Álvaro Silva, Baquero y Raúl López. Baquero está tocado también pero no tiene otra opción que salir desde el comienzo. Moke y José Miguel Caballero trabajarán en el doble pivote. El chiclanero parece que ha llegado a tiempo después del bocadillo sufrido en una pierna en el partido de ida. Enrique o Juanse estarán en la derecha, y López Silva es fijo en la izquierda después del partidazo que firmó el pasado domingo. El onubense vive un dulce estado de forma en el tramo decisivo del curso y el equipo lo nota. Su velocidad y habilidad para desbordar pueden ser claves. Carlos Caballero actuará de enganche en los tres cuartos del ataque cadista como guardaespaldas de Moreno, la referencia en punta.
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