Después de un año y medio han cambiado muchas cosas. Juanjo Bezares vuelve con intención de quedarse. El de Guadiaro regresa al Cádiz, tras estar cedido en varios equipos, para hacer efectivo el año que le resta de contrato. Vuelve en son de paz, como se fue. Las cosas han cambiado y ya no está Julio Peguero, el director deportivo que dos semanas después de ser nombrado en el Cádiz (verano de 2008) le faltó al respeto a él y a Fleurquin ofreciendo a ambos al Mérida y al Cartagena (ambos entonces en Segunda B). Sin Peguero, vida nueva y opciones reales para Bezares. Quiere estar en el proyecto de Suárez y Vidakovic.

Una de las herencias del ex director deportivo radica en el contrato de Bezares. Se habló que el descenso le dejaba libre, una situación similar a la de Rubiato, pero hay una cláusula firmada en ese compromiso que, según defienden fuentes próximas al futbolista, desmonta esa teoría. Bezares se reunirá hoy con la nueva cúpula del club, Javier Moyano y Santiago Pozas, cita a la que acudirá con su abogado. El centrocampista lleva más de una semana tratando de ser atendido, lo que al fin ha logrado. En la cita defenderá lo que está firmado para seguir de amarillo el año que le resta, para lo que está abierto a todo tipo de negociaciones. No hay que olvidar que al jugador le deben dinero desde hace dos temporadas, por lo que, pensando en su continuidad, no hay que descartar que se planteara un nuevo compromiso que compensara en tiempo el dinero pendiente de pago.

Bezares quiere ser útil para el Cádiz, desea implicarse en el proyecto para dar la cara cuando más lo necesita el club. No ha alzado la voz a pesar de que nadie de la entidad le había llamado antes de que ayer lo hiciera Pozas. Una respetuosa espera, sabedor de que los problemas en el club se han multiplicado por 100 por culpa del descenso.

La reunión de hoy debe ser definitiva, para bien o para mal. Si se admite por parte de la entidad que la continuidad del jugador es indiscutible habrá dos opciones: que Suárez le incluya en el proyecto o que lleguen a un acuerdo pagándole todo lo que le adeudan, lo que parece poco probable con la que está cayendo.

Bezares asoma la bandera blanca para que, de antemano, no haya malentendidos y se pueda aclarar todo desde un clima de máxima concordia. No cabe duda que el guadiareño es un jugador súper válido para la etapa en Segunda B y que puede tener sitio en el plantel porque la reducción salaria es planteable en su caso.

La vuelta de Bezares sería bien acogida por los seguidores, que siempre han arropado al gaditano y se han sentido identificados con su trabajo. Podría ser una buena carta de presentación para la campaña de abonados, pues que su nombre formara parte de la futura plantilla sería sinónimo de garantía, la misma que una temporada de hace cinco años llevó al Cádiz a Primera División.