Barral: "La clave del éxito es mantener el mismo bloque"

Se acabó el culebrón Barral. El futbolista isleño llevaba tiempo sonando como refuerzo para el club amarillo. La salida de Güiza parecía acercar aún más las posturas y en el día de ayer se dio oficialidad a algo que era un secreto a voces. David Barral (San Fernando, 1983) firma por una temporada con opción a otra con el conjunto entrenado por Álvaro Cervera. Se convertía en la segunda incorporación de este mercado veraniego tras el jovén Moha Traoré, anunciado hace varias semanas. El futbolista, formado en la cantera del Madrid, triunfó durante sus seis años en el Molinón defendiendo los colores del Sporting de Gijón y a partir de ahí comenzó una carrera que le ha llevado a jugar en Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Chipre, siendo esta su última aventura en el mundo del fútbol.

El nuevo delantero del equipo se mostraba enormemente orgulloso de jugar en el Cádiz en declaraciones a los medios oficiales del club: "Para un gaditano como yo significa mucho. Me encanta esa afición y mi único objetivo es hacer una gran temporada".

Al ariete de 34 años ya se le vio en el partido del play off de ascenso contra el Tenerife, pero se mostró apenado por no haber conseguido el sueño de Primera. Sin embargo, de lo que no tiene duda el isleño es de la categoría de la afición: "Fue una pena no llegar más lejos, pero el ambiente que se vivió en el partido fue de Primera División". A todos los aficionados cadistas llamó la atención la buena temporada del equipo. Barral no iba a ser menos . Por eso sitúa la clave para la próxima temporada en "mantener el mismo bloque porque la ilusión la vamos a tener. Todos debemos tener las mismas ganas de seguir creciendo como equipo y como club". Pero el goleador tiene claro que no solo aporta a los equipos en la parte ofensiva, sino que "también puedo ayudarle en defensa". Se considera un jugador sacrificado y aseguró que "el que me conoce sabe que lo doy todo en el terreno de juego y me voy a dejar la piel por esta camiseta".

Barral se encontraba sin equipo pero en la Tacita de Plata coincidirá con dos viejos amigos. El portero Jesús Fernández -pendiente de cerrar su adiós en los próximos días- y el defensa Brian Oliván -fichado al ejecutar el club la opción de compra que poseía sobre él- ya estuvieron en el Granada cuando el delantero se puso a las órdenes de Paco Jémez.