Se llama Moisés y le dicen Arteaga, que no forma parte de sus apellidos. Se llama Moisés y los más próximos se dirigen a él como Moi. Se llama Moisés y fue profeta en su tierra (Cádiz) y en Barcelona. Moisés García Fernández, Arteaga cuando un balón, un terreno de juego y un equipo se cruzaron en su camino para que pasara a engrosar las páginas más brillantes del Cádiz CF y del RCD Espanyol. Sus dos amores cuando el sentimiento rueda por el verde como una cascada de besos y gratitud por lo que él y el fútbol han intercambiado.
Un Espanyol-Cádiz no se entiende sin recordar la figura de este gaditano, ex cadista y ex espanyolista. Una pierna izquierda reservada sólo para unos elegidos. Un jugadorazo que sembró esperanza en el antiguo Ramón de Carranza y recogió bienes desde sus inicios 'pericos' en el desaparecido estadio de Sarriá. En Cádiz levantó al público de la grada, ayudó a levantar al equipo en más de una milagrosa permanencia... En la Barcelona más espanyolista levantó pasiones idénticas y hasta una Copa del Rey como capitán.
De amarillo vivió ese lanzamiento como canterano hasta deslumbrar como profesional. Camacho, entonces en el banquillo del Espanyol, le había echado el ojo y los dirigentes pagaron 750.000 euros (125 millones de pesetas en el año 1993). Llegó con los 'periquitos' en Segunda A, pero Moi, Arteaga, fue clave en el retorno a Primera.
Con el Cádiz CF, 78 partidos entre Primera y Segunda A; con el Espanyol, 266 entre las dos primeras categorías. La banda izquierda era suya cuando la inspiración y ese tobillo 'eléctrico' provocaba que fuera imparable. Quedan las hemerotecas audivisuales para saborear sus regates, para recordar sus goles... Los de Moi, Arteaga.
Pensar en el Espanyol-Cádiz del próximo lunes no es una tarea fácil para el ex futbolista. Existen muchos recuerdos, aspectos que le hacen verse medio amarillo y medio blanquiazul. Sabe que sólo uno puede ganar y siente que lo merecen los dos. Su corazón es tan honrado como su mente a la hora de mirar a ese encuentro.
"Que gane el mejor", afirmó a Arteaga. "Ninguno se va a sentir muy perjudicado si pierde; es el comienzo de la Liga y los puntos no son trascendentes". No es fácil posicionarse. "Soy gaditano, me he criado en la cantera del Cádiz, con el que debuté en Primera; pero he estado nueve temporadas en el Espanyol y ganamos una Copa", recalcó.
Prevé el lunes un encuentro "emocionante y disputado", al medirse dos equipos que están "igualados" en la clasificación, por lo que ambos, a su juicio, tienen "posibilidades" de ganar.
Habla de lo que fue su vida como pasado. "El fútbol lo tengo aparcado, no merece la pena entrenar a ningún equipo en las circunstancias que me ofrecen. Es muy sacrificado, hay que irse fuera y cada vez me he ido alejando más", aseguró el recordado capitán de los 'periquitos' y canterano cadista.
El lunes no habrá distancias. Su corazón se sentirá a la par en el RCDE Stadium y el viejo Carranza. Se llama Moisés, pero es Arteaga.
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