Cádiz CF

Álvaro García critica la gestión que se hizo con su traspaso

  • El utrerano lamenta lo que se demoró su operación y apunta a los intereses enfrentados

Álvaro García conduce el balón en el partido del Rayo ante el Atlético.

Álvaro García conduce el balón en el partido del Rayo ante el Atlético.

Apenas un mes y medio después de formalizar su marcha del Cádiz en dirección a Vallecas, Álvaro García ha reconocido en una entrevista concedida a un medio rayista lo difícil que le resultó el pasado verano, lo duro que fue vivir de manera agónica la posibilidad de un traspaso que deseaba por una lógica ambición personal y profesional, que parecía cercano pero nunca llegaba.

“Fueron muchas noches sin dormir. Es algo que es muy difícil, que hagan algo sin tú saber nada… Pero, bueno, al final todo salió bien”, resume, admitiendo que la mayor sorpresa sin duda fue el anuncio de su venta al Huesca: “Iba conduciendo y me llegó un mensaje de un compañero dándome la enhorabuena. Miré el Twitter y me enteré. Fue algo rarísimo”.

Sobre las ofertas que tuvo encima de la mesa, el extremo utrerano aclara que “salió la oportunidad de China y el Cádiz dijo que no. Después salieron otras y también dijeron que no”. La situación era incómoda y así lo confiesa el futbolista, que llegó a temer lo peor: “El Cádiz es el dueño del jugador y es el que llevaba los hilos. Ves que vas perdiendo oportunidades, el año pasado me pasó algo muy parecido y pensaba que iba a pasar otra vez lo mismo”.

La cuerda se tensó tanto, tanto que incluso por momentos se vio jugando de amarillo otra temporada más: “Es lógico que llegara a pensar eso. Después de lo del Huesca todo fue bastante difícil”.Para su fortuna apareció el Rayo Vallecano. “Al principio no me lo creía”, apunta, razonando que “hasta que no empecé a entrenar no me creía que era 100% seguro. Me parecía imposible. Habían sido muchas noches sin dormir, mi familia mal, mi pareja, eso la gente no lo ve. La gente piensa solo en su beneficio y no lo comprendo”. Dadas las circunstancias, su deseo no era otro que el de jugar en el Rayo Vallecano porque “mostraron mucho interés. Fue algo que había que sentirlo y me vine para acá”.

Ya como rayista, el sevillano comenta las diferencias que ha encontrado entre el Cádiz y su nuevo equipo: “En el estadio aprietan a muerte, ya lo viví como rival. Nos gusta mucho. Tenemos ganas de darles alegrías. Están siempre atentos. Lo mejor a nuestro favor es que es una caldera. En Cádiz es parecido, también se vive muy intenso y a los jugadores nos ayuda mucho”.

A pesar de vivir un último verano del que no guarda buenos recuerdos, Alvarito sonríe cuando habla de su paso por la Tacita por lo mucho que le dio el equipo amarillo. “En Cádiz fue cuando de verdad me di cuenta que me iba a poder dedicar a esto”, afirma agradecido al club que le hizo futbolista profesional.

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