Almería y Sevilla Atlético dieron un último arreón por Santamaría, pero el Cádiz dijo "no"
Hay confianza máxima en que a partir de ahora se pueda ver la mejor versión del atacante bilbaíno
Gorka Santamaría seguirá de amarillo hasta final de temporada porque el Cádiz cree en el futbolista a pesar de la difícil situación que atraviesa por culpa de su escasa participación. El atacante cedido por el Athletic de Bilbao ha tomado parte en ocho encuentros de Liga (242 minutos) y hasta el pasado martes barajó la posibilidad de buscar una nueva cesión. Hubo equipos interesados, pero el Cádiz cerró la puerta.
Juan Carlos Cordero reconoció ayer que las últimas semanas habían dado para mucho a la hora de buscar posibles refuerzos, entre ellos un delantero. El último día de mercado el nombre de Carlos Castro, del Sporting, sonó para recalar en el Carranza o en otros estadios de LaLiga 1|2|3 e incluso de la Liga Santander (Primera), pero todo quedó ahí, en nada. Otros nombres de arietes han estado en la agenda pero no cuajaron.
Llegado a este punto, el club tenía claro que debía seguir apostando por Santamaría y que el esfuerzo iba a centrarse en arreglar los desajustes de otras demarcaciones. "Teníamos claro lo que teníamos que mejorar y lo que tenía que salir. El famoso delantero no era sencillo encontrarlo. Gorka (Santamaría) y su agente estaban buscando una salida. Sevilla Atlético y Almería llamaron ayer (el martes para el lector), pero le negamos la salida porque queremos ver su mejor versión", señaló ayer Juan Carlos Cordero.
Por lo tanto, estos dos equipos de la categoría de plata trataron de convencer a los dirigentes cadistas para que dejaran salir al jugador cedido por el Athletic. Dos opciones muy diferentes porque mientras el Sevilla Atlético disfruta de una campaña cómoda y a Santamaría le podía ofrecer formación y la posibilidad de jugar en el primer equipo hispalense, el caso del Almería era bien distinto al estar agobiado con el descenso. Muy posiblemente el ariete cadista iba a tener muchos minutos en el equipo rojiblanco pero con la presión de escapar de la quema, nada que ver con lo que se respira en el equipo amarillo. Durante el mercado de invierno otros equipos también siguieron de cerca los movimientos del delantero bilbaíno.
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