"La demanda de vivienda generada en Cádiz que el municipio no puede satisfacer por falta de suelo, se canalizará hacia San Fernando y Puerto Real". Así se expresa el equipo redactor del futuro PGOU. Ante una situación de falta de terreno donde construir, se decide no agotar el poco que queda en pisos porque esto sería un "contrasentido": la vivienda, por si sola, no crea riqueza, argumentan los redactores del documento urbanístico. Pensar en el futuro es pensar en dotaciones, en equipamientos, en actividades que sí proporcionen actividad económica.

Sin embargo, el Plan no renuncia a ofrecer pisos, se niega a que las clases sociales más desfavorecidas acaben siendo las penalizadas por esta situación y se quieren priorizar las actuaciones para los jóvenes. Dentro de las Unidades de Ejecución que configura el futuro plan se crean 3.216 viviendas nuevas, de las que 1.574 tienen algún tipo de protección. Entre ellas están, por ejemplo, las pilotadas para jóvenes en la entrada de la ciudad, un proyecto polémico que se deja para el último año de vigencia prevista del plan, el octavo, y que se cuantifica en cerca de 27 millones de euros. Eso sí, las viviendas no son medio centenar, como se ha venido diciendo en los últimos tiempos, sino 395.

A las 3.216 viviendas procedentes de estas actuaciones hay que añadir 703 más que el Plan General de Ordenación Urbana encomienda directamente a la empresa municipal de vivienda, Procasa. Todas ellas estarán protegidas, por lo que el total de pisos con algún tipo de protección asciende a 2.277, esto es, un 58% del total.