Cádiz no tiene una Alhambra o una Mezquita que por sí sola atraiga a miles de turistas cada año sin apenas promoción. Sin embargo, la capital gaditana puede ser todo y nada desde el punto de vista turístico. Esto no quiere decir otra cosa que puede diversificar su oferta y atraer turismo de distinto tipo, que va desde el básico de sol y playa, al cultural, de congresos e incluso el histórico patrimonial.

Si se miran todos los cuadros y cifras que se adjuntan en este reportaje, se puede ver que las cifras de visitantes en las oficinas de turismo municipales han ido creciendo de manera exponencial en paralelo al número de cruceros que han ido llegando a la ciudad en la última década. El puerto de Cádiz acoge cada año a más barcos que traen a visitantes que sólo van a estar unas horas en la ciudad pero que se pueden convertir en futuros turistas o en embajadores de los encantos de la misma hacia sus allegados.

La situación de Cádiz como el tercer mejor puerto de cruceros de España pisándole los talones a Málaga ha cambiado por completo el panorama turístico de la ciudad. Lo interesante no es que lleguen los cruceros, sino el cambio de tendencia que se está produciendo en estos turistas. Hasta hace muy poco tiempo sólo el 20% de los que llegaban a Cádiz permanecían en la ciudad, porque el resto preferían marchar en excursiones programadas a otras localidades cercanas como Sevilla y Jerez. Ese porcentaje se ha invertido y ya la mayoría se queda por la ciudad.

El gasto medio de un crucerista en la ciudad siempre se ha exagerado. Como decía el presidente de Horeca, Antonio de María, "se vende mucho café y cerveza", a la vez que reconoce que es muy importante la presencia de estas personas en la ciudad, porque siempre algún gasto realiza, algo en lo que coincide el teniente de alcaldesa de Turismo en el Ayuntamiento de Cádiz, Bruno García.

Y es que lo que es un gran potencial del puerto gaditano, el que el cantil del muelle esté en el mismo centro histórico de la ciudad, también es su mayor debilidad, ya que la práctica totalidad de los cruceristas viajan en régimen de todo incluido, por lo que en Cádiz tienen la oportunidad de volver al barco para almorzar.

Pero Cádiz no vive sólo de este turismo fugaz pero continuo en el tiempo. Desde el Ayuntamiento una de las prioridades es que Cádiz tenga una marca propia en materia turística y, por ello, todos las acciones que lleva a cabo van dirigidas en ese sentido.

Según Bruno García, se trabaja sobre cuatro líneas básicas: la producción, dinamización de los recursos, las infraestructuras y equipamientos que se incorporan a la ciudad como recurso turístico y la calidad y la formación.

La quinta línea ya se acabó y fue la del Bicentenario, un año que sirvió para que el número de visitas a las oficinas de turismo municipales aumentara un 30%.

Desde el punto de vista del Ayuntamiento, con la celebración del Bicentenario Cádiz se ha posicionado en el mercado iberoamericano como destino turístico aunque es una semilla que todavía no ha dado sus frutos. De momento, al menos se ha integrado en la Red de Ciudades Iberoamericanas.

Por otro lado, dentro de la marca que persigue el ayuntamiento, más allá del sol, playas y la ciudad que sonríe, también se ha tratado de vincular a Cádiz con el constitucionalismo y con los acontecimientos que se vivieron en la capital gaditana hace 200 años. De este modo, uno de los equipamientos que se han sumado a la oferta de Cádiz ha sido el Oratorio de San Felipe restaurado y el centro de interpretación anexo.

Cádiz es una ciudad que no depende del turismo de sol y playas en exclusividad, lo que ha hecho que la ocupación hotelera y las visitas abarquen casi todo el año a un nivel aceptable dentro de un período de crisis como el actual.

En la capital gaditana hay proyectados hasta cinco hoteles a medio y largo plazo, aunque salvo el pequeño de la Casa del Almirante, los otros cuatro están muy en el aire: Valcárcel, el que iría en el vestíbulo de la estación de trenes, el de Puntales y el de la tribuna del Estadio Carranza.

Antonio de María cree que la infraestructura hotelera que ahora mismo tiene la ciudad es "suficiente". Desde el año 2007, salvando el año 2012, la ocupación ha bajado entre un 10 y un 15% y ya prácticamente nunca se llena ni siquiera en los meses de verano. La crisis alcanza a todo el mundo. De María cree que si todo lo que está proyectado finalmente sale para adelante "puede perjudicar a lo que hay ahora". Sería demasiada oferta para la demanda que ahora mismo tiene la ciudad.

Eso sí, cree que sí se echa en falta un hotel de cinco estrellas como iba a ser el de Valcárcel, "porque toda capital de provincia debe tener esta oferta".

La otra carencia que está en vías de solución es la de tener un espacio para poder acoger los enormes congresos y eventos de hasta 10.000 personas. Antonio e María considera que con el Palacio Metropolitano de Espectáculos y los antiguos depósitos de Altadis puede quedar cubierto este tema. De hecho, los congresos han sido uno de los grandes motores e incidencia que ha tenido el Doce en la ciudad. Lo que hay que conseguir es que este turismo, que sí que deja dinero, siga manteniéndose en el tiempo.

La información que se da a los turistas es fundamental para el Ayuntamiento, por lo que estos años se ha tratado de potenciar los espacios habilitados para ello. Así se ha multiplicado por diez en los últimos siete años la cantidad de personas que han solicitado información en las oficinas municipales. El dato de los cruceros también se constata aquí, ya que más del 40% de los visitantes son extranjeros.

Para ello el ayuntamiento también puso en marcha el programa Hospitality, de manera que se ofrece en el mismo barco y también en los congresos información de la ciudad, un programa que a juicio de Bruno García está dando muy buenos resultados.

A más visitantes también se necesita más servicios turísticos. En la ciudad de manera paulatina van naciendo nuevas empresas de carácter turístico que van dando servicios a los turistas, entre ellas guías teatralizadas. No obstante, se sigue echando en falta algunas más que puedan venir a completar la oferta turística de la ciudad

La capital gaditana es una ciudad que ha mejorado mucho desde el punto de vista turístico, pero aún queda la sensación de que no está desarrollada al cien por cien.