Cádiz

El tiempo de rodaje se acaba

El nuevo curso político en el Ayuntamiento de Cádiz no comienza en septiembre sino que ya lo hizo el 24 de mayo pasado o, sobre todo, el 13 de junio cuando el reinado de Teófila Martínez llegó a su fin y comenzó el de José María González y sus concejales de Por Cádiz sí se Puede, la marca con la que se presentó Podemos en la capital gaditana.

En dos meses ha pasado mucho y no ha pasado casi nada, según se vea. Ha llegado un Gobierno nacido de los movimientos sociales, se han creado expectativas y la figura de este alcalde y, por ende, su equipo de Gobierno están siendo analizadas hasta de canto. Es también una experiencia nueva que no se vivía desde 1979 cuando Carlos Díaz accedió a la Alcaldía pese a no ser la fuerza más votada. Lío para el pleno de organización, lío para las empresas municipales y lío en el primer pleno ordinario. Por eso ha pasado mucho y también muy poco porque hasta ahora no ha habido demasiada gestión.

De este modo, los próximos meses son fundamentales porque habrá que poner encima de la mesa la auditoría sobre las cuentas para conocer realmente el estado económico del Ayuntamiento y a partir de ahí tratar de sacar adelante su programa.

Pero eso no va a ser tan fácil cuando el equipo que lidera José María González se está dando de bruces con la pura y dura realidad, aquella que le hace estar en franca minoría con respecto al resto de la Corporación. Eso quiere decir que el apoyo del PSOE a la investidura fue caramelo envenenado que ha terminado de intoxicarse más por la falta de destreza a la hora de conversar por parte del Gobierno y la poca disposición que encuentran en los socialistas. Entre medias, el fuego cruzado a través de declaraciones sube la temperatura.

A partir de ahora el equipo de Gobierno tendrá que darle forma a todo lo que anunció que haría en sus primeros cien días de Gobierno, que era casi una declaración de intenciones para todo el mandato.

El alcalde y su equipo también tendrá que definir cuál va a ser su alternativa a los proyectos que había iniciado el Partido Popular y a los que por Cádiz sí se Puede y Ganar Cádiz han puesto reparos, como la venta del Campo de las Balas para hacer un hotel.

Pero si hay algo que está marcado en rojo son las elecciones generales. Dependiendo del resultado que haya, la correlación de fuerzas y las actitudes de unos y otros pueden dar un giro enorme si se dan determinadas coaliciones.

Lo que está claro es que debe ser el mandato de la conversación entre los grupos.

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