Sorpresa en el casco histórico de Cádiz por unas estructuras blancas sobre el edificio de Correos

Algunos vecinos del centro histórico de Cádiz se han visto sorprendidos esta mañana por la presencia de unas llamativas estructuras blancas y cilíndricas sobre el edificio de Correos en la plaza de Las Flores. Y lo cierto es que el impacto visual de estas instalaciones resulta bastante llamativo en el edificio más imponente de uno de los epicentros del casco antiguo de la ciudad. El elemento instalado es un cilindro de protección denominado radomo (una especie de carcasa sin ninguna abertura que protege antenas de radar, telecomunicaciones o comunicaciones electrónicas por microondas) cuya misión es cubrir de las inclemencias meteorológicas las antenas instaladas en edificios de gran altura.

Según José Manuel Cossi, concejal de Desarrollo Urbano Sostenible en el Ayuntamiento de Cádiz, la instalación se debería a un acuerdo entre el propietario del edificio, Correos, y una instaladora de telefonía, acuerdo que no pasa previamente por la Comisión de Patrimonio pero que requiere una Declaración Responsable, un documento que garantiza que la obra a realizar cumple con los requisitos legales.

El Ayuntamiento sin embargo va a pedir que se retiren según indica Cossi, quien recuerda que en la Comisión Municipal de Patrimonio ya se adoptó la decisión de no permitir este tipo de instalaciones en el centro de la ciudad.

'Torres' de protección en las azoteas de Cádiz

Estas estructuras para cubrir las antenas de telefonía comenzaron a aparecer por el centro de Cádiz a principios de año como una manera nueva y novedosa de ocultar a la vista las antenas, aunque el impacto visual seguía existiendo. En marzo, el Ayuntamiento explicó que las ya existentes contaban con la correspondiente autorización de Urbanismo pero que al ser un modelo constructivo nuevo iban a pedir el visto bueno de Patrimonio. Se quería ver si era mejor dejar la antena al aire o cubrirla con esta estructura, sobre todo porque tienen una altura considerable.

Las peculiares estructuras tuvieron una vida corta puesto que a principio de abril, la Comisión de Patrimonio Municipal explicó que no gustaba el impacto visual que generaban por lo que dio orden a Urbanismo para que pidiera a las comunidades de vecinos que hubieran instalado estas estructuras que las retiraran, dejando las antenas al aire.

Lo cierto es que en los últimos años los criterios de protección estética de las azoteas del casco antiguo de Cádiz se han incrementado. Primero se planteó la reducción de las antenas de televisión individual, promoviendo la instalación de colectivas. Igualmente se ha controlado la construcción de nuevas torres, al estilo de las torres miradores de la época del comercio con América, promoviendo la rehabilitación de este peculiar elemento de nuestra arquitectura. Son muy contados los casos de autorizaciones de nuevos miradores. Incluso ahora se estudia si alguna construcción detectada en el casco tiene autorización.