La nueva avenida transversal de la ciudad va avanzando, pero en la intersección de esta vía con la avenida de la Sanidad Pública (antes Juan Carlos I) hay un solar abandonado desde hace demasiados años que da una imagen decadente a una zona que se ha ido renovando. 

Se trata de un solar de más de 4.000 metros cuadrados que forma parte del terreno donde se ubicaban las casitas bajas de la barriada España, construidas para albergar de forma provisional a los damnificados por la explosión que se produjo en agosto de 1947 en la Base de Defensas Submarinas ubicada en San Severiano.

En esa parcela, aún quedan en pie tres de las antiguas casitas bajas –dos de ellas están ocupadas ilegalmente–. El resto del terreno está lleno de maleza y basura, y algunos conductores aprovechan ese espacio abandonado para estacionar sus vehículos ante la escasez de aparcamiento gratuito que hay en la ciudad.

La totalidad de la parcela que abarcaban las casitas bajas tenía una superficie de unos 5.000 metros cuadrados. Se ideó un proyecto para construir un bloque de pisos para realojar a los propietarios de esas antiguas viviendas y el resto del terreno se ocuparía con zonas verdes y un gran edificio que iba a ser un "hito" convirtiéndose en el más alto de toda la provincia de Cádiz, construido con los medios más modernos.

Estaba previsto que este "hito", de 36 plantas, albergase un hotel con un mirador acristalado en las seis primeras plantas, y el resto estaría destinado a 120 viviendas de renta libre. Sin embargo, el Ayuntamiento no dio vía libre a este diseño al considerar desmesurada la altura propuesta y la recortó hasta 20 plantas.

Estos cambios provocaron retrasos que metieron a la empresa promotora en la época de crisis económica y sólo se consiguió construir el edificio donde se ha realojado a los vecinos de las casitas bajas, tras muchas vicisitudes.

Al preguntar al Ayuntamiento por la situación de este terreno, fuentes municipales afirman que la gran mayoría es de propiedad privada y actualmente se encuentra en concurso de acreedores. Añaden que el Consistorio sólo puede requerir que se adecente, al menos hasta que el propietario no lo urbanice. La única forma de que el Ayuntamiento pudiera solucionar la situación en la que se encuentra actualmente sería expropiándolo todo, algo que considera inviable por el altísimo desembolso económico que supondría. De este modo, sostiene que "sólo podemos apretar el paso ofreciendo nuestro aprovechamiento para que el privado tome al fin la iniciativa".

En cuanto al "hito", fuentes municipales señalan que el proyecto sigue adelante. Precisan que está en "el solar donde se ubicarían todas las unidades de aprovechamiento lucrativas que quedan". Y explican que "la urbanización de la zona verde es una carga de la unidad de ejecución y hasta que no se apruebe (cuando se presente) el proyecto de reparcelación y el estudio de detalle necesarios, no se puede aprobar el proyecto de urbanización de esa zona".

Mientras tanto, el solar está abandonado y los antiguos propietarios de las casitas bajas, que ahora viven en el nuevo edificio construido, se quejan de la suciedad que hay en la zona y aseguran que han detectado la presencia de ratas y cucarachas. Algunos piensan que el afán especulativo de uno de los promotores del proyecto es lo que ha llevado a esta situación a un terreno que podría estar desde hace casi una década totalmente renovado, con zonas verdes y un edificio con nuevas viviendas, que tanta falta hacen en la ciudad.