Los trabajos para poder instalar la estructura transparente que el Ayuntamiento proyectó para proteger a los peatones de posibles caídas por el talud de Santa María del Mar se iniciará a finales del presente mes. Según el propio Consistorio, las estructuras metálicas que sustentan la valla transparente se está galvanizando en estos momentos, por lo que se espera que se puedan entregar entre esta semana y la que viene.

El retraso en la obra se ha producido, según el Consistorio, “por una serie de circunstancias ajenas al equipo de gobierno”.

En primer lugar, el proyecto se hizo partiendo de la premisa de que había piedra ostionera debajo de toda la muralla, pero cuando se inició la obra se pudo comprobar de que eso no era así. La oficina técnica hizo catas previas para comprobarlo y se dio la circunstancia de que donde las hizo sí había piedra ostionera, pero en todo el perímetro no la había.

Esto provocaba que no se pudieran anclar los hierros, por lo que había que hacer unos cinchos para poder fijarlos. Esto traía un problema añadido y es que encarecía mucho el proyecto, por lo que el porcentaje de incremento del contrato excedía lo que permite la normativa, por lo que hubo que hacer una nueva licitación.

Ese momento coincidió, según el equipo de gobierno, con el cambio de la Ley de Contratación del Sector Público y, al mismo tiempo, vino la nulidad del presupuesto del año 2016 tras una denuncia interpuesta por el Partido Popular. Por ello, hubo que esperar a tener un nuevo presupuesto y hacer otro proceso de licitación pero antes había que liquidar el contrato anterior con la empresa.

Cuando cumplimentó este trámite, el Ayuntamiento recibió una serie de materiales como hierros y láminas que son los que se están galvanizando en la actualidad.

Cabe recordar que el Ayuntamiento decidió poner esta protección a raíz de una caída con resultado de muerte producida por un ciudadano colombiano en la noche del sábado de Carnaval del año 2015. Este, por causas desconocidas, se precipitó al vacío desde una altura de diez metros en el Paseo Marítimo a la altura de la plaza de Asdrúbal.

Aunque se plantearon diversas alternativas, finalmente se decidió poner una protección transparente que no limite las vistas y que sea mucho más ligera.