El puerto de Cádiz anuncia que se tardarán aún dos meses en reponer la protección contra el viento de Cabezuela

Hace exactamente un mes, Cádiz recibía el azote de una serie de temporales que dejaron tras de sí serios daños en la ciudad en general y más concretamente en el puerto de Cádiz. La dársena de La Cabezuela de Puerto Real sufrió el destrozo del sistema de pantallas de tela que se instalaron allí allá por 2021 para evitar que las rachas de viento se dispersaran los graneles sólidos por el entorno y que este polvo pudiera llegar al mar o a poblaciones circundantes.

Ahora, un mes después, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha adjudicado a la empresa Carpas Keops, S.L. los trabajos de reparación de las pantallas antipolución de La Cabezuela-Puerto Real que fueron deteriorados por los temporales de viento y lluvia del pasado mes de abril.

El importe de los trabajos asciende a 39 mil euros, iva excluido, y la empresa tiene dos meses para ejecutarlos. El proyecto incluye la reparación de los defectos detectados en las pantallas de protección para evitar la propagación del polvo en suspensión durante las labores de manipulación y acopio de graneles.

Para ello, se procederá al desmontaje de las mallas textiles deterioradas, incluidas las operaciones necesarias de corte, carga, transporte y gestión de los restos como residuos en la zona designada.

Posteriormente, se realizará la instalación o reparación de nuevas mallas textil vinílica permeable tipo FC-IK1, de alta resistencia, con refuerzos de lona termosellados y sistema de tensado mediante argollas. La malla será resistente a rayos UV, ignífuga y antihongos, distribuidos en diferentes módulos.

Adicionalmente, se tensarán todas las mallas existentes, ajustando las cuerdas de amarre y añadiendo cabos de refuerzo cuando sea necesario, para garantizar un tensado óptimo.

Como se sabe, la APBC instaló estas pantallas en enero de 2021, diseñadas para evitar la propagación de polvo en suspensión durante las labores de manipulación y almacenamiento de graneles.

Las pantallas están dispuestas en forma de corchete y constan de 58 módulos de 4 metros de longitud: 42 módulos están alineados paralelos al muelle, mientras que los 16 restantes, distribuidos en dos alineaciones de 8 módulos cada una, se colocan de forma perpendicular. Su diseño incluye una inclinación superior de 42º, lo que mejora su eficiencia. En total, cubren una extensión de 233 metros lineales y alcanzan una altura de 14 metros.

Para reducir la velocidad del viento y capturar el polvo en suspensión, las pantallas utilizan una malla textil vinílica permeable tipo FC-IK1, caracterizada por su alta resistencia, reforzada con bandas de lona vinílica termoselladas impermeables, dispuestas longitudinal y transversalmente, además de un refuerzo perimetral. Esta malla es resistente a rayos UV, ignífuga, anti-hongos y está equipada con válvulas de alivio para soportar vientos de gran intensidad. La fijación se realiza mediante cabos y argollas distribuidas en el perímetro de la malla, garantizando su tensado a la estructura metálica.

El paso del tiempo y la exposición a condiciones climáticas adversas, especialmente las producidas en el último invierno, así como otros factores, han provocado el desgaste de dichas pantallas y hecho necesaria esta intervención urgente para garantizar su funcionalidad y mantener las condiciones necesarias para las actividades diarias.

Lo peculiar es que horas después de que este periódico hiciera público mediante fotografías enviadas por personas preocupadas del seno de la propia comunidad portuaria el mal estado en el que habían quedado las pantallas protectoras, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz reaccionó con que actuarían de inmediato para remediar esta situación que dejaba seriamente desprotegido el movimiento de polvo en suspensión procedernte de las montañas de graneles sólidos que se almancen en ese lugar de la dársena puertorrealeña.

Reparación urgente

En aquel momento, desde la APBC confirmaron que, efectivamente, habían sido los temporales continuados de lluvia y viento de las últimas semanas los que habían deteriorado las pantallas anti polución y, también añadieron, que "ya se habían iniciado los trabajos para su reposición".

Se entiende que en aquel momento, para responder a la urgencia de la situación generada por el viento y la lluvia, el organismo portuario tomó cartas en el asunto con urgencia para intentar paliar esa desprotección. De todas formas, fuentes que laboran día a día en La Cabezuela afirmaban a principios de esta semana que los daños seguían ahí. Y la prueba ha sido el anuncio de esta inversión por parte de la APBC que evidentemente nunca llega tarde.

En aquel momento, días después de los temporales, con vientos de hasta fuerza 8, que incluso llevaron a restringir el tráfico portuario en la bahía los días 10 y 11 de abril, acabaron de romper varias de las pantallas. Ya ahí avisaron que había que tener en cuenta "que la especificidad de este tipo de materiales, así como los plazos de contratación y suministro, junto con la encadenación de condiciones meteorológicas adversas, requieren de unos tiempos lógicos para su puesta en servicio".

Y ha sido ahora, un mes después cuando la Autoridad Portuaria anuncia esa inversión de esos 39.000 euros y esos dos meses de plazo para su arreglo que se suman al mes que ha pasado ya, de manera que es fácil pensar que las pantallas protectoras no estarán de nuevo en condiciones de proteger hasta agosto o septiembre.

Desde Autoridad Portuaria reiteran que tienen en marcha "otro tipo de medidas para garantizar la sostenibilidad del entorno, especialmente en Cabezuela-Puerto Real, donde se descargan graneles sólidos". Así, en el entorno de esta dársena hay "hasta 4 estaciones de medición de emisiones a la atmósfera, homologadas por la Junta de Andalucía, que miden continuamente la calidad del aire y cuyos resultados pueden consultarse a tiempo real en la web de la APBC", especifican.

Cierto es que, a pesar de la desprotección que ha vivido durante este mes pasado el granel sólido depositado en esa zona de La Cabezuela, "en ningún momento estas mediciones han arrojado datos anómalos", y que "en ningun momento el deterioro de las pantallas ha tenido consecuencias negativas en la calidad del aire, como demuestran los datos de medición", algo que tranquiliza a las poblaciones que residen en el entorno de La Cabezuela que se han podido sentir amenazadas, ya sin motivo alguno, como demuestran estas mediciones.