El puerto de Cádiz se gana el "yes, we can" y supera el reto del 27

Cinco cruceros, dos cargueros y un portacontenedores, en total casi kilómetro y medio de esloras · El muelle y toda la comunidad portuaria dan el 'do de pecho' en una jornada que transcurre apenas sin incidencias

Vista aérea de la dársena comercial del puerto de Cádiz una vez que el 'National Geographic Explorer' había partido sobre las diez y justo antes de atracar el 'Royal Clipper'.
Vista aérea de la dársena comercial del puerto de Cádiz una vez que el 'National Geographic Explorer' había partido sobre las diez y justo antes de atracar el 'Royal Clipper'.
Joaquín Benítez / Cádiz

28 de abril 2010 - 01:00

Es, tal vez, demasiado pronto para hacer balances numéricos pero la cara dicen que es el espejo del alma. Al final de la mañana, representantes de la seguridad portuaria, de operaciones, remolcadores, Capitanía, consignatarias coincidían todos en decir que para todos ellos el de ayer fue un día normal. El presidente de la Autoridad Portuaria, el culpable, para lo bueno y para lo malo, de todo todo lo que ocurre tras la valla del puerto, coincidía con su tripulación: al final, "todo tranquilo y sin incidencias notables".

Pero el caso es que la maquinaría llevaba engrasada desde hace días, e incluso algún engranaje lo estaba desde hace meses. La experiencia de la comunidad portuaria, sumada a los preparativos para la prueba o experimento, también según versiones, terminó con un "yes, we can", al más puro estilo yanki.

Pues de yankis se llenó ayer Cádiz. Estadounidenses que se sumaron a británicos, alemanes, algún que otro italiano y, un español. Un sólo español de entre los 6.561 cruceristas que atracaron ayer en el puerto de Cádiz en la tan esperada jornada del 27 de abril. 6.561 que no son nada sin la tripulación que les lleva y mima abordo: en total, 2.822 tripulantes que se adicionan al turismo y resultan, ni más ni menos que 9.383 personas llegadas a Cádiz en una sola jornada. He ahí el récord.

El propio Rafael Barra recuerda que es la quinta vez en la historia del puerto de Cádiz que se congregan cinco cruceros. Eso sí, Barra reconoce que es la primera vez que más de nueve mil personas llegan a la ciudad por su puerta principal, el mar, o la mar, también según versiones.

Las consignatarias: Cadiship (Aurora y Grand Princess), Vapores Suardíaz (Mein Schiff), Pérez y Cía. (National Geographic) y Marmedsa (Royal Clipper); y los touroperadores: Baleares, Iberoservice e Intercruises, que ayer se repartieron la tarta de la organización de las excursiones y se encargaron del llenado del tiempo libre de los cruceristas a los que no gusta ir por libre. Todos respiraron a fondo al final de la jornada porque la satisfacción también les salpicaba.

Y puestos a ser previsores, los capitanes de los cinco cruceros optaron por escalonar sus atraques, evitando así, posibles e innecesarias colas en la bocana de la dársena comercial. El primero en llegar, el más grande: el Grand Princess, que amarraba sus 290 metros de eslora a las cinco de la mañana cuando aún dormían sus 2.663 pasajeros. Media hora más tarde, a las cinco y media, atracaba en el Muelle Ciudad el Mein Schiff. Algo más tarde, el Aurora (07:00 h.) y el National Geographic Explorer (07:15) compartían Estación Marítima y realeza (muelles Alfonso XIII y Reina Sofía). Los 133 pasajeros del pintoresco velero Royal Clipper pisaron suelo gaditano a las doce y media de la mañana empujados contra el Levante por dos efectivos remolcadores.

Todos compartieron viento y ciudad pero, para eso aún había que organizarse. 53 autobuses esperaban a pie de escalerillas para transportar a unas 1.600 personas a distintos puntos de la provincia o bien a Sevilla. El resto, más o menos el 75%, según cifras de la Autoridad Portuaria, es decir, unos 4.900 pasajeros tenían que pensarse aún qué hacer: si bajar a conocer Cádiz o quedarse a bordo disfrutando de las bondades que les ofrecía cada uno de los cinco cruceros.

Pero al final, más o menos el 60% del total, es decir, unos 4.000 turistas optaron por aprovechar Cádiz como puerto de escala. Pero no olvidar del rol de la tripulación de cada uno de esos cinco barcos. El Grand Princess, por ejemplo, llevaba a bordo una plantilla compuesta por 1.063. En total, a esos 6.561 ociosos viajeros, sumar los 2.822 tripulantes de las cinco naves que bajaron todos por turnos, a ver Cádiz, y más que a ver, a hacerse con algunas compritas para hacer más llevaderos sus varios meses en altamar, lejos de sus familiares.

Pero para el puerto no acaba su labor tramitando el desembarco, con un destino u otro (Sevilla, Jerez, Vejer, Sierra o Cádiz), de los que deciden atravesar la escala. Cuando todos 'turistean', recordar que resta el avituallamiento del buque.

Muchos, como el Royal Clipper, que llegó a Cádiz desde Málaga, su puerto oficial de embarque, venían ya con repostaje y sólo requirieron a sus consignatarias agua y servicio de recogida de basura. El resto, lo habitual, agua, flores y algo de fruta fresca, pero de todo esto poco.

Al otro lado, el superfast Andalucía, gestionado por Acciona Trasmediterránea, no sufrió en ningún momento inclemencias motivadas por la estancia de los cruceros. El único que sí lo padeció, en parte, fue el carguero Divio, que tuvo que esperar fondeado en la Bahía hasta cerca de las siete de la tarde cuando por fin logró un hueco junto a una necesaria rampa para su descarga.

Ya, para la APBC y para la comunidad portuaria, la llegada de hoy del AidaAura (203 metros) y del Oceana (261 metros) sí que es ya pecata minuta. El otro que se esperaba para hoy, el Island Escape ha suspendido su ruta. La explicación oficial, cuestiones técnicas, la no oficial, que no ha vendido gran parte de su pasaje por lo que optó por esperar mejores vientos.

Eso sí, para el jueves, Vapores Suardíaz se trae a Cádiz uno de los gigantes que, de momento, tardará en cruzar el Guadalquivir. El Celebrity Equinox llegará con sus 315 metros de eslora por primera vez a Cádiz. Sus cerca de 3.000 pasajeros y sus más de mil tripulantes serán los encargados de cerrar este triduo marítimo que dejará tras de sí estelas positivas para unos, no tan positivas para otros y las del "mejor será no repetir" de otros muchos que tendrán que pensarse si es esta opción o no lo es realmente.

Autoridad Portuaria sí hacía balance de la experiencia pionera que ha significado unir Cádiz ciudad y Cádiz puerto en único destino. A este respecto, Rafael Barra destacaba, después de resaltar la ausencia de incidentes que agradecía "tanto a la Policía Local como a la Nacional el esfuerzo mostrado por sus efectivos fuera del puerto, ya que es primordial en esta época ofrecer, al que llega, seguridad. Ahí creo que estamos dando la talla". Además, Barra se mostró "sorprendido y me satisface ver que todo el mundo se está moviendo en una única dirección". "Mi obligación es traer barcos a Cádiz y atracarlos en una dársena abrigada y que sus pasajeros puedan embarcar y desembarcar de manera segura", comenta, a la vez que afirma que "de valla para afuera me congratula ver que la ciudad entera está, por fin , en la misma línea".

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