Cádiz

Al puente se le ve COLOR

  • El tramo atirantado del tercer acceso a Cádiz tiene colocadas ya 40 dovelas y alcanza las pilas 14 y 11

Los técnicos del Ministerio de Fomento siempre advirtieron que sería crucial aprovechar la buena meteorología para darle un empujón definitivo a la construcción del segundo puente sobre la Bahía de Cádiz. Pero para ello hacía falta dinero, y hasta que el Gobierno de Rajoy no ha comenzado a mandarlo y a abonar impagos el tramo atirantado no ha arrancado de verdad. Porque ahora sí que ha alcanzado la velocidad de construcción que los gaditanos pedían. Tras dos veranos de parones desesperantes en 2010 y 2011, que incluso provocaron una campaña de firmas contra el ejecutivo de Zapatero, actualmente se puede ver como el viaducto es una realidad. El tramo atirantado cuenta ya con más de 40 dovelas de las 61 de que consta y su estructura se eleva majestuosa sobre las aguas del Atlántico. Las dovelas han llegado ya prácticamente a la pila 14 desde la gran pila 13, la que se alza en el Bajo de la Cabezuela, y desde la 12, de las dos centrales la que está en el mar, hasta la pila 11.

La primera dovela del tramo atirantado se subió en octubre de 2012, pero las primeras son las más difíciles de colocar y hasta que los cuatro carros de izado no han estado a pleno rendimiento no se ha notado un avance significativo en los trabajos.

La alcaldesa informó a este medio que al ritmo de cuatro dovelas cada 20 días el tramo más importante del viaducto estaría terminado el próximo mes de noviembre. Esta semana se ha subido una más y a mediados de agosto se espera que se haya alcanzado la pila 11 y la 14 y los carros de izado las hayan sobrepasado.

Otra operación clave que le queda al puente es la colocación del tramo móvil, que lleva años construido en la factoría de Dragados del Bajo de la Cabezuela. La intención del Ministerio de Fomento es colocarlo antes de que empiece el mal tiempo, aunque será necesario programarlo con tiempo porque la operación requiere de la contratación de unas grúas barcazas especiales que sean capaces de trasladarlo por mal hasta dejarlo descansar sobre los salientes construidos en las pilas 9 y 10.

El avance del puente también se observa en el tramo puertorrealeño. El tramo atirantado llega hasta la pila 15, y ahí empieza el tramo de hormigón del viaducto. En estos momentos se está hormigonando el núcleo central que tiene el ancho de los pilares, pero como el puente será más ancho será necesario que opere próximamente un carro de hormigonado y encofrado, "una especie de carro con alas que irá avanzando y que se moverá apoyado en la viga central para poder construir los voladizos centrales", comentó la alcaldesa.

También han empezado a colocarse ya los sensores que van en la gran pila 13 y que detectan cualquier anomalía en toda la estructura, ya sean en las pilas, dovelas o tirantes.

En la rotonda de la capital donde llegará el puente también ha comenzado a trabajarse recientemente, así como en el viaducto del Río San Pedro, donde los operarios se afanan en la definición de los desvíos. Actualmente están confluyendo varias fases al mismo tiempo, algo que siempre se había considerado clave para que se dejara sentir el verdadero avance del segundo puente. "Ahora la gente lo tiene claro", decía Teófila, quien destacó que esta es "una de las obras civiles más importantes que se están haciendo en el mundo, y con un sistema constructivo muy novedoso".

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