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Investigan si es lícito que navieras como Armas en Cádiz prohíban el embarque de coches eléctricos

El coche eléctrico de Roberto Amorín se tuvo que quedar sin poder embarcar en el buque de Armas Trasmediterránea

El coche eléctrico de Roberto Amorín se tuvo que quedar sin poder embarcar en el buque de Armas Trasmediterránea / R.A. (Gran Canaria)

El código internacional de transporte de mercancías peligrosas (IMDG) indica que los coches eléctricos no tienen consideración de mercancía peligrosa, siempre que no se le observe o detecte algún tipo de incidencia técnica que pudiera provocar un incendio. Por lo tanto, de ahí se deduce que no hay ninguna normativa específica que avale la prohibición que están llevando a cabo navieras como Armas Trasmediterránea, que han optado por prohibir la subida a bordo para el transporte en barco ante el peligro de incendio que conllevan.

Uno de los afectados, el empresario Roberto Amorín, consejero delegado de la empresa Canary Charger, dedicada a la instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos, después de quedarse sin poder acceder al buque Ciudad de Valencia, de Armas Trasmediterránea, aunque perteneciente al armador italiano Visentini. Amorín no dudó en plantar una denuncia ante la Guardia Civil por lo ocurrido. Pero días después, ya con más tranquilidad, según relata a Diario de Cádiz, contactó con la Dirección General de la Marina Mercante para ofrecerles una narración de los hechos y para plantearles una reclamación contra Armas por el hecho de tratarse de una concesión pública que tiene una serie de obligaciones.

Investigarán el caso de Roberto Amorín

Ante esta reclamación, la propia Dirección General de la Marina Mercante le informa de que "vamos a abrir una investigación para aclarar los hechos y buscar una solución". A esta indicación le suman la aclaración de que ellos no son el órgano competente para reclamar ningún tipo de indemnización "por incumplimientos de las condiciones pactadas en los billetes de viaje", sino que tratan de aclararle a Roberto Amorín que este organismo busca acciones, sobre todo, encaminadas a garantizar un transporte seguro y "a sancionar los posibles incumplimientos, por parte de la naviera, de la normativa objeto de nuestras competencias".

Para reclamar una indemnización, que el propio afectado cuantifica en unos mil euros, incluyendo el gasto del billete entre Las Palmas y Cádiz, la estancia en un hotel y las comidas, desde la Dirección General de la Marina Mercante le invitan a interponer una reclamación ante las autoridades de consumo de su Comunidad Autónoma.

Testimonio de uno de los afectados por el veto de Armas a los coches eléctricos

Si este martes era el agente de la Guardia Civil Emilio López el que aportaba su testimonio sobre la odisea que vivió en el puerto de Cádiz cuando iba a embarcar a bordo del Ciudad de Valencia con su coche eléctrico, en esta ocasión es Roberto Amorín, de la empresa Canary Charger, quien relataba a Diario de Cádiz su historia.

En esta ocasión, el embarque frustrado tenía lugar en el puerto de Gran Canaria. Su  deseo era haber iniciado el trayecto a las doce de la mañana del sábado 28 de octubre. Pero el miércoles antes recibía una llamada del Departamento de Pasajes de Armas Trasmediterránea en la que le indicaban que no podría subir al Ciudad de Valencia con su coche eléctrico. “Eso es otra cosa: te terminan prohibiendo el embarque pero nunca dejan rastro documental sino que te llaman por teléfono y ahí te quedas”.

Pero a pesar de esa llamada, Roberto, tras no conseguir una explicación convincente decidió presentarse en el puerto para intentar hacer el viaje en la fecha para la que adquirió el billete. "Pasé incluso el primer control en el que te ponen la pegatina en el coche para poder embarcar, pero al llegar a la línea de embarque allí me estaba esperando el sobrecargo del buque y me preguntó que si el vehículo era híbrido o sólo eléctrico. Le dije que era eléctrico por lo que me reiteró que no podía subir el coche a bordo". Sacaron a Roberto Amorín y su MG4 eléctrico de la cola para intentar convencerlo pero no entendía el sentido de la prohibición y menos en un medio de transporte que cuenta con una concesión estatal para unir la península con Canarias y menos aún cuando en ningún lugar de la documentación se le advertía de esa prohibición.

Zona dedicada al estacionamiento de los vehículos a bordo del buque Ciudad de Valencia, de Armas Trasmediterránea Zona dedicada al estacionamiento de los vehículos a bordo del buque  Ciudad de Valencia, de Armas Trasmediterránea

Zona dedicada al estacionamiento de los vehículos a bordo del buque Ciudad de Valencia, de Armas Trasmediterránea / E.L. (Cádiz)

Tras esa fatídica experiencia, este empresario presentó una denuncia ante la Guardia Civil presente en el Muelle, "cuyos agentes se quedaron con la boca abierta porque no entendían nada de lo que estaba ocurriendo porque eso no había pasado nunca".

Cierto es que en la actualidad, a raíz del caso del guardia civil asturiano, ya aparece en la web de Armas Trasmediterránea un cartel en el que se advierte a los usuarios de vehículos eléctricos que tienen vetado el embarque en su Ciudad de Valencia.

"La única solución que me ofrecían era viajar un jueves y sólo hasta Huelva, que ya desde o hasta Cádiz era imposible si quería viajar con su vehículo eléctrico a bordo". Roberto Amorín asegura que seguirá adelante con su batalla, "porque pienso en los más de diez mil usuarios que ya tienen coches eléctricos en Canarias y que ya no van a poder entrar en la península a través de Cádiz. Y todo porque no hay ninguna norma ni prohibición escrita al respecto y están aplicando ya una medida como la que están aplicando de manera unilateral".

Para finalizar, este empresario afincado en Canarias recuerda que está claro que detrás de esta restricción está el armador y propietario del buque Ciudad de Valencia porque, de no ser así, se aplicaría también en el resto de barcos de la naviera propiedad de Antonio Armas, pero no es así ya que el vehículo eléctrico puede embarcar desde Huelva sin problemas aunque no en el Ciudad de Valencia. Y, además, otra navieras, Fred Olsen, permite el acceso a sus aparcamientos a este tipo de vehículos sin restricción alguna.

Por otra parte, a unos cuantos kilómetros de distancia, la naviera Baleares que une la península con las islas Baleares, entre otros servicios, tal y como recuerda Roberto Amorín, "no sólo no prohíbe a nadie subirse con un vehículo de estas características sino que, además, cuenta con enchufes para poder cargar la batería del coche durante el trayecto".

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