Aprieta el calor a pesar de no haber llegado el 40 de mayo. Con el sayo sin quitar por si las moscas, con el recién inaugurado mes de junio se abre de manera oficial la temporada de playas, que llegará hasta finales de septiembre. Cuatro meses para disfrutar con los más de siete kilómetros de playas de arena fina.

Una época, la estival, que todavía no luce a pleno rendimiento al comenzar ayer la etapa baja a la espera de la llegada de julio y agosto, ya sumergidos en pleno verano.

La de ayer fue una mañana de preparativos. Los módulos se vestían de limpio y los servicios, tanto públicos como privados, se preparaban para que nada fallara. En el Paseo Marítimo, toda la cartelería y los mapas lucían ya para explicar a todos los veraneantes la colocación de todo el dispositivo playero. En todas ellas, aparecía la Bandera Azul, a pesar de no haberla renovado para este verano ni La Victoria ni Cortadura.

Sobre la arena se respiraba, por un lado, la tranquilidad propia de estos días, ajenos de la masificación de los fines de semana, y por el otro, el ajetreo propio del trabajo de los operarios dando los últimos retoques.

En el Hotel Playa Victoria unos operarios se afanaban en colocar las sombrillas y las tumbonas, mientras que en el resto de la Victoria el servicio ya funcionaba sin problemas. En el módulo 2, dos limpiadoras se dedicaban a baldearlo. "Ayer -por el martes- ya limpiamos todo lo gordo, mientras que hoy -por ayer- ya estamos haciendo el baldeo normal de todos los días", cuenta una de las trabajadoras mientras la otra afirma que "de momento, todo está muy tranquilo. Hasta primeros de agosto no nos llega todo lo fuerte".

Tras superar los servicios mínimos establecidos durante abril y mayo, ayer también comenzaron a realizar su trabajo los servicios de socorrismo, en horario de 12:00 horas a 19:00 horas. Los socorristas también preparaban todo el material en su primer día de trabajo. Con un módulo por cada playa hasta la llegada de la temporada media el día 15, ayer se dedicaban a preparar todos los elementos de trabajo para que no haya ningún susto, aunque se espera que en los próximos días todo esté en óptimas condiciones. "Éste es una trabajo en el que no sabes lo que te vas a encontrar. El año pasado, en la primera semana se murió una persona y en la última otra. En el resto del verano, la cosa estuvo tranquila. Hoy -por ayer- sólo ha habido un servicio en La Caleta por una persona que estaba buceando. Por lo demás, todo tranquilo", relata uno de los socorristas.

Entre paseantes por la orilla y los primeros bañistas oficiales, muchas personas, sobre todo mayores, aprovechaban para tomar los primeros baños de sol. Francisco Vidal y Manoli Vázquez, una pareja de jubilados, disfrutaban de su segundo día de playa. "Vamos aprovechando que ya hace buen tiempo y ya empezamos a venir a la playa. Todavía no me he bañado porque el agua está fría, pero lo que no me falla es el paseo por la orilla, ya que me da vida para todo el día", dice Francisco. Por su parte, Manoli explica que "intentamos venir todos los días. Tenemos una playa que está divina y muy limpia. Desde hace unos 20 años, siempre vienen aquí unos amigos nuestros de Madrid y nos dicen que no sabemos apreciar lo que tenemos".

Para acabar la mañana, siempre es buena hora para tomar un refrigerio con nieve en cualquiera de los chiriguitos. En el Sotavento, su encargado Miguel Ángel Romero espera que "tengamos un buen verano. Ahora mismo, los fines de semana es cuando no paramos, mientras que el resto de días son tranquilos. Nosotros estamos esperando que los niños acaben el colegio y los padres cojan las vacaciones, que es cuando lo vamos a notar".

Entre las prioridades del público, Miguel Ángel destaca que "la gente lo que quiere en verano es pasarlo bien, desconectar, relajarse, ser feliz por unos días, comer bien, que no les falte de nada y que cueste poco. Lo que no quieren es ningún tipo de problemas".