La colaboración del Ayuntamiento con la Semana Santa se divide en dos grandes bloques: el primero de ellos, el que ha hecho saltar las alarmas de los cofrades, es la subvención de 120.000 euros que entrega cada año a las cofradías; y el segundo se refiere a una serie de preparativos y de eventos de la Cuaresma que también asume el Consistorio y que igualmente podrían variar con respecto al planteamiento actual. ¿Y si en lugar de recortar la subvención, el equipo de gobierno planteara reducir otros costes?

Este paquete, habitualmente denominado actividades conexas en las relaciones entre Consejo y Ayuntamiento, incluye un buen número de actuaciones sobre las que, a prior, el Consejo se muestra más favorable a negociar para intentar recortar partidas económicas.

Por ejemplo, el Ayuntamiento es el que se encarga de editar cada año el cartel anunciador de la Semana Santa. Algo que parece lógico, si es la ciudad la que quiere promocionar estas fiestas para atraer público y, con ello, utilizar las salidas procesionales como un motor económico. "Nosotros estaríamos dispuesto a que se redujera la tirada de carteles, por ejemplo, o a buscar imprentas más baratas", indican desde el Consejo al respecto.

También asume el Consistorio los gastos derivados del vía crucis general de hermandades, no sólo del acto en sí sino también todo lo que supone el dispositivo especial de limpieza y de retirada de alumbrado público extraordinario, tablaos y otros elementos utilizados en Carnaval al celebrarse el día después del Domingo de Piñata.

En la Cuaresma también le corresponde al Ayuntamiento la cesión del Gran Teatro Falla -con todo lo que ello implica de seguridad, limpieza y normal mantenimiento del teatro- para el pregón de la Semana Santa, donde además se encarga de contratar a una banda de música (procedente de la localidad sevillana de Cantillana en estos últimos años) para que interprete algunas marchas antes de comenzar ese pregón.

Y de cara a la Semana Santa, también hay gastos que afronta el Consistorio, siendo el más destacado el montaje de todos los palcos de la carrera oficial y de la rampa de acceso a la Catedral; aunque también costea, por ejemplo, el servicio de vigilancia privada que se coloca en los cruces de la carrera oficial durante el transcurso de los desfiles procesionales; y todo lo relacionado con la poda de árboles, retirada de farolas o dispositivo de seguridad y tráfico.

¿Podrían las cofradías, por ejemplo, asumir la instalación de los palcos por su cuenta? ¿Podría el pregón celebrarse en otro enclave que no fuera el Falla? ¿Podría cambiar de fecha el vía crucis para facilitar la retirada con tiempo del mobiliario carnavalesco sin suponer un gasto extra? Todas estas son preguntas que rondan por las cabezas de los miembros del Consejo, a la espera de conocer el jueves cuál es el planteamiento final del Ayuntamiento con respecto a su colaboración con la Semana Santa.