"Varios de mis compañeros han perdido coches y tienen sus casas inundadas", comenta una enfermera de Cádiz residente en Valencia

Otra gaditana, Marisa, residente en la localidad de Manises, cuenta que el centro de mayores en el que trabaja se ha quedado sin luz y que hasta ahora no han recuperado el agua

"Lo sorprendente es que ayer ni llovía y han sido las riadas procedentes de la ribera alta de Valencia la que está ahora desbordada y que ha provocado las riadas"

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Cádiz/De auténtico "desastre". Así lo califican dos hermanas sanitarias de Cádiz capital, que desde hace ya varios años se encuentran residiendo y viviendo en Valencia. Una de ellas, María José Benítez es enfermera y vive en la actualidad en Valencia capital. De ahí que destaca que en su zona no se están notando demasiado los infortunios que están llegando de la mano de esta dana. De hecho, ella en concreto, ha podido acudir a su puesto de trabajo aunque indica que han sido muchas las compañeras y compañeros que no han podido acudir a sus empleos al residir en zonas y pueblos que se estan viendo mucho más afectados que la capital valenciana.

Aun así, entre lo que ven en la televisión y lo que le cuentan en sus entornos más cercanos de familiares y amigos, María José no duda en afirmar que se trata de un auténtico desastre y que no recuerda nada parecido desde que llegó a Valencia hace ya varios años. De hecho, allí reside con su marido, Kiko, y sus dos hijos, José y Javier, que hoy se han tenido que saltar las clases en sus respectivas facultades a causa del mal tiempo. Y están siendo las mismísimas autoridades las que están recomendando de manera encarecida que la gente salga lo menos posible de sus casas.

Las autoridades están enviando mensajes a la población residente en las zonas más afectadas pidiéndoles que no salgan de casa para evitar males mayores
Las autoridades están enviando mensajes a la población residente en las zonas más afectadas pidiéndoles que no salgan de casa para evitar males mayores

De hecho, su marido Kiko tuvo que se escoltado por la Guardia Civil al quedarse atascado en una de las carreteras que tiene que recorrer diariamente cuando se dirige de vuelta a casa. De ahí que no duden en calificar la situación de auténtico desastre y afirma que las consecuencias reales aún no se conocen porque todavía es mucha el agua que está cayendo y que está afectando de manera directa a muchas de las poblaciones cercanas a Valencia así como a muchas carreteras importantes como la A-7 o la V-38.

Por su parte, Marisa Benítez, que ella sí vive en un pueblo muy cercano al aeropuerto de Valencia, Manises, si se mostraba este miércoles por la mañana algo más asustada por lo que está ocurriendo en su entorno y por las consecuencias que está conllevando todo este temporal de lluvia y viento.

Comenta asombrada que, ayer mismo, a pesar de las imágenes que se veían a través de los medios de comunicación, nada hacía presagiar lo que hoy iban a vivir. "Ayer había muchísimo viento pero no estaba cayendo demasiada agua, pero lo peor, está claro, que estaba por llegar". Comenta esta gaditana residente en Valencia desde hace ya muchos años, casada y con dos hijas, Rocío y Raquel, que tanto ella como su marido, Manolo, se han tenido que quedar en casa.

Él si está podiendo teletrabajar, pero ella, Marisa, como fisioterapeuta profesional que es, no ha podido acudir hoy a su centro de trabajo que se ubica en un el centro de mayores de Nuestra Señora del Carmen, en Malvarrosa. Allí, comenta esta gaditana se han quedado sin luz por culpa de que ha fallado el generador de urgencia con el que cuenta el centro, de manera que los usuarios del centro así como sus empleados se han quedado sin luz y llevan varias horas inmersas en un apagón, aunque esperan ver pronto la luz.

Esto, en un centro de mayores como ese, obliga a que los pacientes se tengan que quedar prácticamente en sus habitaciones, ya que los ascensores no funcionan y en zonas más oscuras no pueden transitar por la falta de luz.

La UME se despliega en poblaciones como Requena, Utiel, Xirivella y Alaquàs
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Otra cuestión que afirma esta gaditana que ha llevado un poco el pánico a su casa han sido los avisos recibidos por parte de Protección Civil a través de los móviles: "Imagínese un sonido muy estridente y agudo, a la vez, en todos los móviles de la casa con un mensaje en el se ruega que nadie salga de sus hogares ante las inundaciones que se estaban viviendo".

Manises, en sí, afirma que no se está viendo demasiado afectada pero sí los pueblos que lo rodean, sobre todo Requena, Utiel, donde están cayendo entre 200 y 300 litros , lo que ha provocado el desbordamiento de todos los ríos y de los barrancos aledaños.

Como ejemplo del desastre que se está viviendo hoy especialmente en la zona del Levante español, Marisa Benítez cuenta que el conocidísimo centro comercial Bonaire, ubicado muy cerca de la localidad de Aldaya, ha quedado totalmente indundado y que son muchas las personas que se encontraban allí en ese momento y que se han tenido que alojar en cualquier parte segura del centro comercial, al menos hasta que pase lo peor.

Y nada que decir del aeropuerto, de los trenes o de los metros, que han quedado todos paralizados, "por lo que intuimos que hay mucha gente que lo tiene que estar pasando hoy muy mal". Sus hijas, Raquel y Lucía, se han tenido que quedar hoy en casa igualmente porque se han visto interrumpidas todas las clases tanto en colegios, institutos como en la propia Universidad, de manera que hoy toca quedarse en casa.

En cuanto al abastecimiento de comida, Marisa Benítez cuenta que la gente está acudiendo a los supermercados y están llevándose alimentos y productos de droguería como si se tratar del fin del mundo, "lo que está provocando un desabastecimiento del que nos perjudicamos todos, porque todos confiamos en que la normalidad vuelva pronto a Valencia".

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