"Lo peor fue el miedo, no hemos dormido"

Algunos vecinos aseguran que alguien vio a un hombre joven alejarse corriendo antes de detectar el fuego y otros que escucharon voces masculinas y hasta un ruido similar al de arrugar papeles, pero todos coinciden en que lo peor fue el miedo y que después del fuego ya nadie durmió en la calle San Francisco Javier.

Una vecina de una de las fincas cercanas a las afectadas declaró que al principio pensó que los ruidos procedían del piso superior y que su hija camino del cierro vio unas luces similares a las giratorias de las ambulancias y que cuando se asomó resultaron ser las llamas.

"El susto fue tremendo, la gente gritaba desde las azoteas, las explosiones de los depósitos de las motos despertaron a la calle entera, llegó la Policía, los bomberos, el 061 y después ya nadie durmió".

Para colmo de males, una de las motos de gran cilindrada afectada por el fuego es la de su hijo, que se llevo la desagradable sorpresa cuando bajó a la calle, igual que otros que se desplazaron hasta el lugar en las primeras horas de la mañana de ayer, con el casco en la mano, dispuesto a iniciar otro lunes su jornada laboral.

Las motocicletas calcinadas son concretamente las C-3010-BSP, C-8741-BMH y C-6929-BLC.

Un equipo de la Policía Científica ya comenzó a las seis y media de la mañana a examinar el lugar de los hechos para realizar un informe sobre lo ocurrido, al igual que los bomberos, y averiguar el posible foco de iniciación del fuego.

Los agentes también investigan el incendio acaecido la pasada semana en una casapuerta de una finca de la calle Solano, no descartándose que pudiera existir alguna relación entre ese fuego y el de ayer.

Los vecinos, ninguno de los cuales ha sufrido daños personales ni se ha visto obligado a tener que abandonar su vivienda, estaban indignados por lo sucedido y confiaban en que las pesquisas policiales sirvieran para detener a los autores de la incívica acción, que ha puesto en peligro sus vidas y haciendas.