Cádiz

Unos patronos más dignos

  • La empresa Ars Nova realiza la restauración y limpieza de las tallas de San Servando y San Germán en las Puertas de Tierra, que presentaban numerosos desperfectos

A ocho metros de altura sobre el suelo las cosas se ven de otra manera. De cerca son tallas grotescas, casi desproporcionadas. De lejos, con el objetivo cumplido para lo que fueron concebidas, son elegantes y estilizadas. Sus autores, oficialmente anónimos pero atribuidos a los hermanos Andreoli, pensaron en ellas para ser vistas desde lejos, sobre un capitel que los eleva ocho metros, primero en la Puerta del Mar y desde 1945 en las Puertas de Tierra.

Fabián Pérez Pacheco, de la empresa Ars Nova, es una de las personas que está participando en la intervención que se está realizando en la restauración de las tallas de los patronos de Cádiz, San Servando y San Germán. Es una de las pocas personas que tienen el privilegio de contemplarlos desde cerca, desde una perspectiva a la que es casi imposible llegar.

Esta actuación está promovida por el Ayuntamiento de Cádiz, a través de la Delegación Municipal de Urbanismo, y cuenta con un presupuesto de 20.000 euros para unos trabajos que comenzaron a principios de febrero y que todavía les debe llevar algo más de un mes y medio. Esta intervención se realiza tras el compromiso contraído por la alcaldesa con el hermano mayor de la Hermandad de los Santos Patronos, Francisco Arenas Martín.

"Lo que nos hemos encontrado es más o menos lo que nos esperábamos, quizás un poco más debilitado desde el punto de vista material". Según Fabián Pérez Pacheco, que forma el equipo de Ars Nova Restauraciones junto a Eva Morata y Jesús Guerrero, estas tallas "han estado muy sometidas a las inclemencias del tiempo y también a las defecaciones de las aves". Todo esto hace que se creen unas concreciones salinas que son más complicadas de limpiar.

A los dos patronos no les ha afectado el paso del tiempo por igual. San Servando, que es el que está a la derecha mirando a las Puertas de Tierra, tenía por detrás un mazacote de mortero con sillares que parece que tenía una función de reforzamiento. Los restauradores se la han quitado para ver su estructura de bronce y está bien, por lo que la han dejado al descubierto.

Curiosamente este tiene, a juicio de Pérez Pacheco, "unas hechuras menos bonitas" que su hermano, San Germán. San Servando está más gastada y erosionada e incluso le falta un trozo de la nariz, mientras que la otra está mucho mejor conservada. También están teniendo que recomponer los dedos que sostenían a la cruz ya que daban una sensación de tener un muñón.

Los patronos de la ciudad también se encuentran en una zona con un intenso tráfico. Sin embargo, la contaminación no ha afectado a las partes más visibles del monumento, pero sí en los recovecos que tiene la piedra, donde sí aparece una suciedad más negra.

Dentro de la propuesta de tratamiento que está realizando Ars Nova, que ya intervino en la restauración del monumento a las Cortes en la plaza de España, se encuentra las labores de limpieza, que en principio van dirigidas a lo superficial y posteriormente a las concreciones salinas.

En segundo lugar se van a atender a los desperfectos volumétricos, donde se incluye la fractura y desplazamiento de piezas o la presencia de morteros defectuosos por su color o naturaleza. Por último, tras esta actuación, que incluye la regeneración volumétrica, se realizarán los acabados finales, con un protector final con características hidrofugantes. Este material reduce de manera eficaz el aporte de humedad al poro sin incorporar sustancias plásticas.

Por su parte, para los elementos de bronce se requieren labores de limpieza superficial y de inhibición y protección de este material.

Según consta en el informe previo que realizó la empresa Ars Nova antes de intervenir directamente en las dos tallas, se observaron alteraciones relativas a desperfectos volumétricos por fractura, desgaste o asiento de los cimientos, así como la presencia localizada de concreciones salinas ennegrecidas.

Los patronos se erigen sobre sendas columnas y este conjunto está realizado en mármol blanco genovés de principios del siglo XVIII. Se compone cada uno de ellos de un pedestal cúbico desde donde arrancan las columnas con capiteles, sobre los que se alzan las figuras de los santos Patronos.

Por su parte, los basamentos sirven de soporte para las diferentes heráldicas en relación con la Corona de España, el mecenazgo de las obra por parte del Marqués de Valdecañas y el escudo de la ciudad de Cádiz.

La autoría de este monumento se atribuye a los hermanos Andreoli, aunque no existe prueba documental, por lo cual consta como una obra anónima.

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