"La palabra que define al público es sorpresa"

La sonrisa se dibuja de oreja a oreja en el rostro de Mª Ángeles Navarro cuando habla de Gadir, el yacimiento arqueológico que da fe de nuestra fundación fenicia. Una sonrisa que se funde con la emoción que siente cuando observa la innovadora puesta del enclave. Y es que esta arqueóloga y guía del recorrido por Gadir ha visto nacer este proyecto desde los albores de aquellos sondeos en 2006. Lo ha sufrido y disfrutado, sobre todo ahora, que llueven las felicitaciones cada día, cada hora casi, de su jornada laboral. "La palabra que define la respuesta del público es sorpresa, sobre todo para los propios gaditanos", describe exultante la arqueóloga, que junto a José María Gener y Juan Miguel Pajuejo ha formado parte del equipo de arqueólogos que ha sacado a la luz este referente de la historia gaditana. "Y es muy gratificante porque nos felicitan siempre, me dicen cosas muy bonitas que ven compensado todo el trabajo que hemos hecho", asevera.

Se congratula, por tanto, de la estupenda afluencia de público que mantiene con vida el yacimiento, que siempre sale encantado con lo que aguardaba este preciado trozo de tierra en la que se expande Gadir. "Muchas veces los mayores me dicen que hay que ver lo que estaba debajo del Cómico, y me cuentan historias de cuando estaba el cine". Entre ellas recuerda la de un señor que le dio un apretón de manos y le dijo: "Me siento más gaditano que nunca".

Palabras de ancianos y jóvenes, de todos cuanto pasan por aquí, incluso niños y especialistas de las más prestigiosas universidades. "Nosotros adaptamos la visita a todo tipo de púbico", dice al hilo de la visita de los más pequeños, que ya pueden comprobar y casi palpar la historia fundacional de su propia tierra, de la forma más didáctiva y divulgativa posible. También menciona la visita de los expertos y profesores universitarios, "que vienen a ver un yacimiento del que ya hablan en las propias aulas", dice en referencia a la Universidad de Sevilla y de Huelva.

Por eso se siente orgullosa, contenta y muy motivada al frente de las visitas. "Es vocacional y explicar un yacimiento que has visto nacer es gratificante para mí". Una sensación comparable a la que sintió cuando "llegamos a las viviendas fenicias, reconocimos las habitaciones y recorrimos el mismo suelo que los fenicios habían pisado siglos atrás". Ahora sólo hace un balance más que positivo, y le desea a Gadir cuanto menos, la misma afluencia de público durante el resto de su historia.