"Entre padres e hijos falla la comunicación"

"Lo más importante es lograr que nuestro hijo sea competente, no un cerebrín, sino que esté contento consigo mismo, que sepa relacionarse con los demás, que se prepare para ser adulto, que aprenda a aprender. Ese es el mejor legado, el triunfo del padre llega cuando se hace menos necesario", afirma el sociólogo Javier Elzo, que anoche presentó su libro La voz de los adolescentes en el colegio marianista San Felipe Neri.

El catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, que basa su trabajo en un estudio realizado entre 272 escolares españoles, con edades comprendidas entre los 16 y 18 años, afirma que en muchos momentos "una cosa es lo que piensan y desean decir los jóvenes y otra lo que oyen y entienden los adultos, porque sus centros de atención son distintos".

Elzo explica esa distinción señalando que "mientras que para los padres lo más importante son los estudios y que no descarrilen (amistades, sexo, alcohol, drogas), para los chavales la preocupación es que alguien les ayude a hacerse adultos y hablar de los sentimientos, dificultades y desengaños que puedan tener, pero su lenguaje es distinto, ya que abarca desde el silencio a una desaprobación".

El profesor Elzo achaca esa falta de comunicación a la situación de estrés en la que viven muchos padres, ambos trabajando, "que llegan a su casa sin querer más líos y surge el conflicto cuando los descubren".

Igualmente reconoce que los jóvenes actuales tienen cosas que no ha tenido ninguno anterior, "todo tipo de psicólogos y educadores, además de la tecnología, pero nunca han crecido tan solos".

El catedrático vasco indica que a los jóvenes les falta un referente, "que antes eran los padres, un maestro o un cura, cuando ahora es al revés, ya que el adulto quiere ser como el joven, incluso en el vestir, les faltan modelos".

A su juicio los valores fundamentales que hay que trasmitir a los adolescentes son la competencia personal, la racionalidad, la distinción entre el dinero como valor y el valor del dinero, la relación entre la tolerancia y la permisividad familiar, si bien más allá de la tolerancia es precisa la necesaria intolerancia y la solidaridad, el valor de la solidaridad, demasiado olvidado estos últimos tiempos, y trabajar en pos de la utopía por un mundo mejor".

También señala que los adolescentes distinguen bien libertad y respeto a su autonomía del desinterés, pretendidamente justificado, por una actitud de tolerancia pasiva, y que piden cercanía en el respeto a su autonomía y cariño sin atosigamiento

El acto celebrado en el remozado salón de actos del colegio marianista contó además con la participación de l sociólogo Diego Jiménez Benítez, director del IES Columela; Milagros Sibón Fernández, delegada de 4º C de ESO del propio colegio, y Adolfo Sillóniz de PPC, editora del libro.