Carta de los funcionarios: La oficina del DNI

Leímos con atención la carta publicada en la sección Cartas al director por un ciudadano que narraba la auténtica odisea en que se ha convertido realizar el tramite de renovación del DNI. La desagradable experiencia de este señor es tan solo una de las muchas lamentables historias que pueden corroborar cientos de ciudadanos que se han visto imposibilitados a renovar sus documentos, pese a tener cita programada con meses de antelación. Afirmaba su sorpresa por encontrar tan solo a dos funcionarios expidiendo documentos habiendo seis citas concertadas cada cuarto de hora. Desde el punto de vista de la lógica, es materialmente imposible que tan pocos funcionarios podamos atender las 138 citas que se programan para cada día. Para hacernos una idea, un equipo de 6 funcionarios tramita una media de 110 documentos diarios.

La nefasta y déspota gestión de personal de nuestros superiores provoca que nos veamos obligados a trabajar en unas condiciones de estrés y presión llevadas al límite. Sentimos absoluta impotencia cada día cuando vemos cómo funciona nuestra oficina, cuando escuchamos las consecuencias que tiene para cada ciudadano este caótico funcionamiento, y nos estamos dejando, en demasiados casos, literalmente, la salud. No es raro el día que nuestra jornada laboral acaba con alguno de nosotros llorando. Trabajar en estas condiciones es tremendamente violento tanto para los ciudadanos como para los funcionarios que soportamos estos niveles de trabajo extenuantes, sufriendo con frecuencia insultos y amenazas, y en otras ocasiones reclamaciones con las que empatizamos porque no están carentes de razón.

Con mínima voluntad se solucionaría el problema como adecuando la cita previa a los recursos disponibles. Además existen órdenes ministeriales que señalan que los 25 funcionarios existentes debemos ser destinados preferentemente a la Oficina de DNI, cuyo cumplimiento por parte de nuestros responsables brilla por su ausencia.

Por último, quisiéramos trasmitir a los ciudadanos que están siendo víctimas de este despropósito nuestra más absoluta comprensión. Como siempre, nosotros somos los que damos la cara, los responsables se encuentran escondidos en sus cómodos despachos.

Firmado por: Tomás Díaz Moreno, Álvaro Peña Rivas, Asunción Rodríguez Huertas, Pilar Moreno Salazar, Rocío Rebouzas Castro, Dolores Picón Ortega.