Una vez reformada, la plaza de Sevilla iba a convertirse en el nuevo centro económico de la ciudad. Su ubicación era envidiable: en pleno acceso al casco histórico de la capital y junto a la avenida de Astilleros que la unirá con el segundo puente sobre la Bahía. El proyecto incluía viviendas de renta libre, oficinas públicas y privadas, locales comerciales, zonas de ocio e incluso un hotel y una gasolinera.

Con el tiempo, de todo ello cayeron los pisos y fueron sustituidos por más oficinas. El resto se mantiene. Pero se mantiene en su gran mayoría sobre el papel porque el Plan Plaza de Sevilla lleva paralizado desde hace más de cuatro años, a pesar de que hace uno las administraciones implicadas lograron ponerse de acuerdo con su diseño definitivo en el que se incluyó una estación de autobuses.

Por ahora, de todo lo anunciado sólo está funcionando la terminal de Adif. Están listos los edificios del vestíbulo (al que algún día habrá que añadir el hotel y una zona de ocio) y el área comercial en la estación de 1905, aunque ambos sin ponerse en funcionamiento. Del resto, nada de nada, lo que supone unos 150 millones de euros pendientes de inversión.

La prioridad municipal se centra en el aparcamiento subterráneo que irá bajo la avenida de Astilleros, una vía hoy congestionada que se convertirá, también algún día, en una artería de cuatro carriles que conectará el segundo puente con el casco histórico. En cuanto al estacionamiento, éste superará las mil plazas y su carácter disuasorio será esencial para evitar la entrada de coches en intramuros.

A lo largo de esta avenida irán los edificios para oficinas. En el lado de la estación se ubicarán los de carácter privado y bajo ellos, la nueva estación de autobuses, la primera que tendrá Cádiz, que financiará la Junta de Andalucía. En el otro lado, y en una pastilla aportada por la Autoridad Portuaria, se pintaron los edificios administrativos (Tesorería de la Seguridad Social, Casa del Mar, Aduana...). En la rotonda que conecta con la avenida de las Cortes se proyectó igualmente una estación de servicio.

Junto a la estación, allí donde durante cuarenta años estuvo la terminal de Renfe y unas dependencias de la Caja Postal, se proyecta una gran parque que se extenderá frente al acceso principal de la estación de 1905... o por lo menos esa era la previsión pues si se mantiene la Aduana será imposible recuperar esta zona verde que ya existía en la ciudad hace más de un siglo.

Todo el proyecto, aunque no incluido en él, se complementa con las nuevas oficinas de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.

De esta forma, Plaza de Sevilla debía ser un referente de una 'nueva' ciudad. El plan inicial era que todo estuviese listo para el Bicentenario. El tiempo ha ido eliminando del calendario algunas de las actuaciones. Hoy la única esperanza es que esté listo el aparcamiento y la nueva avenida, sobre todo para evitar el caos de tráfico que se puede producir si el segundo puente se abre a la circulación en el 2011 y la carretera industrial sigue tal y como hoy la conocemos.

Lo demás, será cuestión de soñar. Pero las piedras que se ponen a lo largo del camino son cada vez más voluminosas.

2011