Un nexo de unión entre el espacio infinito y Cádiz

entir la galaxia, el universo en la más profunda de las oscuridades de la sierra de Cádiz no es una utopía para dos aficionados a fotografiar más allá de lo que el ojo humano puede observar en los cielos.

Jesús Manuel Vargas y Maritxu Poyal son dos personas dedicadas en su tiempo libre íntegramente a la astrofotografía. Una forma de recoger imágenes de los cuerpos celestes que habitan en el espacio. Esta afición para soñadores de lo desconocido cuenta con un gran seguimiento, y algunos de ellos acaban haciéndose verdaderos expertos de la materia. Como ocurre con este caso. Esta pareja ha conseguido el premio APOD (Astronomy Picture of the Day) de la NASA a la mejor fotografía del día 13 de septiembre, un galardón profesional tras competir con fotografías de expertos tomadas desde telescopios propios de la compañía espacial americana. “Ganar este premio es como si los Oscar de Hollywood los ganara un videoaficionado”, confesaba con sorpresa Maritxu.

La sierra de Cádiz, Benamahoma, es uno de los puntos nacionales más oscuros en la noche, donde la contaminación lumínica tiene menos incidencia que en otros lugares. El proceso de fotografiado se realiza durante toda una noche. En concreto, estas muestras premiadas fueron tomadas la noche del 25 de febrero. En una sesión se ejecutan varias tomas de una duración de alrededor de 10 y 15 minutos, cada una, sobre un mismo objeto. Los resultados tardan alrededor de una o dos semanas en comprobarse, ya que requiere de un procesamiento de los datos técnicos de las tomas recogidas a través de un software específico. El sofisticado artilugio de captación de imágenes se compone de una montura motorizada, un tubo fotográfico y otro tubo de seguimiento a los distintos cuerpos. Dos cámaras, una de fotografiado y otra de seguimiento. Todo va conectado a un sistema informático que permite que la montura se mueva a la misma vez que la Tierra.

El dúo atesora siete premios internacionales AAPOD (Amateur Astronomy Picture of the Day), en este caso de nivel amateur y otorgados por una filial de la NASA, más en su historial de reconocimientos por este ‘hobby’. Como obsequio, la entidad otorga unos créditos para visualizar telescopios oficiales que la NASA tiene colocados en otras zonas del mundo.

Las felicitaciones han llegado desde varios puntos del globo. Incluso un pintor francés ha solicitado un permiso para plasmar en pintura algunas de las galaxias y objetos espaciales fotografiados. Jesús Vargas colabora en algunas revistas especializadas, además interviene en congresos junto a Maritxu. “Desde pequeños nos gustaba mirar al cielo, el ser humano siempre quiere descubrir, nos surgía aquella duda interior sobre cómo podría verse todo aquello”, afirmaba. El sueño de sentir la galaxia de cerca hecho realidad en la sombría nocturnidad.