Navidad y comercio en Cádiz: cuando las luces "no son sinónimo de compras"

Los comerciantes del centro salvan como pueden la campaña navideña y destacan que el adelanto de la cabalgata perjudicó a las ventas

Muchas tiendas cerraron antes en la tarde-noche del 5 de enero, lo nunca visto en un día tan señalado

Cuatro claves para recuperar el comercio de Cádiz

Cartel de rebajas en un establecimiento de la plaza de las Flores.
Cartel de rebajas en un establecimiento de la plaza de las Flores. / Julio González

Los contenedores de la capital gaditana andan estos días repletos de envoltorios, plásticos y cartones, la mayoría de regalos comprados en centros comerciales o por online, a través de las grandes plataformas mundiales de reparto. El pequeño comercio ha quedado, hace mucho tiempo, en un segundo plano, incapaz, por más empeño que le pone, de hacer frente a una competencia tan brutal. Esta última campaña de Navidad se ha convertido, una vez más, en otra prueba de fuego para el comercio local, superada por los pelos en la mayoría de los casos, pero sin grandes alardes. Y en el centro de la ciudad los comerciantes consultados coinciden en dos asuntos: que el cambio de día de la cabalgata de Reyes Magos les ha perjudicado y que el nuevo y llamativo alumbrado navideño, aunque ha atraído como nunca al público hacia la ciudad, no ha llevado parejo un aumento de las ventas.

“Hemos vendido más o menos como en años anteriores”, dice Juan José Recio, propietario de las tiendas Bernal de la calle Pelota. El final de la campaña “ha sido raro”, en referencia al traslado de la cabalgata, por previsiones de lluvia, del 5 al 4 de enero. “Además de la lluvia, cuando el día 5 cae en domingo no nos viene bien. El consumidor tiene cuerpecito de domingo más que de 5 de enero”, explica. Y es que ese día 5 por la tarde “no había nadie en las calles. A eso le sumamos que el día 4, que para nosotros es muchas veces el día más fuerte, con la cabalgata se despobló el centro”.

Dice Recio que el alumbrado extraodinario “ha traído al centro a más gente que nunca, gente de la provincia que no había venido nunca. Hombre, algo picamos, pero creo que esa avalancha de gente ha beneficiado más a la hostelería”.

Es martes, 7 de enero, por la mañana. La ciudad no ha despertado en el día de la resaca navideña y en las tiendas no hay mucho trasiego de público. En Zapatos Cristina, calle Compañía, hay dos parejas de extranjeros, cruceristas, que después de darle muchas vueltas a varios zapatos, se marchan sin comprar. Cristina Porfirio, propietaria de la tienda, señala que la campaña “empezó flojita después de la época blackfriday y los vales de Diputación, que nos salvaron”. Luego se inauguró el alumbrado, “que trajo a mucha gente, con Cádiz a tope, pero que apenas llevaban bolsas de compras". Al menos hemos igualado las ventas del año pasado por estas fechas”.

Las compras por internet se imponen. “La gente se ha acostumbrado al online, que es más cómodo”, apunta. En Zapatos Cristina esperan subir la siempre empinada cuesta de enero “gracias a las rebajas, que las tenemos entre un 15 y un 50 por ciento, y a los cruceros”.

En la tienda de deportes Atleet, calle Columela, la campaña navideña “no ha sido mala”, según confirma Álex Romero, con ventas “al mismo nivel que el año pasado”. Sobre el alumbrado, “más luces que compras”. Y acerca del cambio de día de la cabalgata, Romero afirma que “la tarde del 5 de enero fue un fracaso, con muchas tiendas de esta calle cerradas antes de lo previsto”. Como en Zapatos Cristina, en Atleet confían en las rebajas, del 10 al 30 por ciento, y en los cruceros, sobre todo en el personal laboral, “que es el que más gasta cuando vienen los barcos”.

En el Taller de Coqui, negocio de bisutería y joyas en la calle Barrié, su propietaria, Natalia Vázquez, admite que las ventas “han estado más flojas que otros años, bajando un 20 por ciento”. En las calles “mucha gente pero pocas compras. No sabemos si el público se ha decantado este año por otros artículos. El consumidor no ha apostado este año por el centro de Cádiz. La mayoría, sobre todo la juventud, no entra en tiendas pequeñas y prefiere comprarlo todo por el móvil o en grandes superficies. Menos mal que tenemos una clientela fiel”.

El adelanto de la cabalgata supuso un golpe para esta tienda. “Fue la primera vez en nuestra historia que el día 5 cerramos antes de tiempo. Con el cambio de fecha se perdió un día de ventas, para esas compras de detallitos de última hora”.

Más beneficio para la hostelería

Dice Ana Sánchez, de la tienda de moda Anika, en la calle Ancha, que “en 41 años de trabajo en el comercio no había visto tanta animación en las calles, con mucha ilusión y con gente de otras localidades y provincias, pero… eso no es sinónimo de ventas. Aunque algo se picó, pero poco. Con tanta gente se benefició la hostelería, ya que los cafés no se pueden pedir online”. Ana apunta que “menos mal que había luces, si no hubiera sido un desastre. Hemos tenido algo de menos venta que el año pasado”.

“El gremio nuestro, el de la ropa, es el que más se resiente con la venta online. Está de moda comprar por internet y contra eso no se puede hacer nada, solo buscar otros caminos y renovarnos”, lamenta.

La cabalgata adelantada hizo que se perdiera “la tarde del 5”, un día que en Anika ocurrió “lo que nunca nos había ocurrido: cerrar a las nueve menos cuarto de la noche. Luego me di un paseo por el centro y Columela, por ejemplo, daba pena, con muchas tiendas cerradas”.

Azahar Lencería, en la calle Rosario, después del SOS que envió el año pasado por diciembre para salvar el negocio, con efectiva repercusión en las redes sociales, ha mantenido el tipo en esta última campaña. “Nos hemos salvado gracias a nuestra nueva sección de perfumes árabes, que están de moda y tienen mucha calidad”, destaca Luisa González, su propietaria.

“Cada vez viene menos gente a las tiendas y estamos luchando contra gigantes”, expone para referirse a centros comerciales y venta online de grandes plataformas. “Pero estamos resistiendo, ofreciendo para ello calidad”, añade.

Luisa admite que las luces navideñas “han alegrado el ánimo de la gente en las calles después de varios años de apagón, de lo que estoy muy agradecida, pero eso no significa que la gente compre”. Acerca de la cabalgata y su traslado al día antes, en Azahar lamentan que el 4 de enero “el centro se quedó vacío y el 5 fue un día malo, perdiéndose un día importante”.

Queda enero, mes complicado, donde las tiendas confían en las rebajas y en los cruceros, pero con la sensación de no haber aprovechado una campaña navideña que se presentaba prometedora debido con la iluminación extraodinaria y la animación en las calles.

José Amaya (CCCA): “El 5 coincidió que llovía, no había cabalgata y era domingo”

El presidente de Cádiz Centro Comercial Abierto (CCCA), José Amaya, remite la valoración final al resultado de las encuestas que estos días se distribuyen entre los comercios asociados, aunque avanza que, según sus impresiones, “en general ha sido una campaña positiva” en una “Navidad diferente con gran afluencia de público gracias al alumbrado”. Coincide con los comerciantes consultados en que el adelanto de la cabalgata de Reyes Magos al 4 de enero “no fue bueno para el comercio”. “Se perdió para el centro el sábado por la tarde al estar la cabalgata en extramuros y el 5 coincidieron tres asuntos importantes: que no había cabalgata, que estaba lloviendo y que caía en domingo”. Todo eso redundó negativamente “en la venta impulsiva del último día, en las compras de última hora, pero eso ya no era responsabilidad nuestra”. Ahora llegan las rebajas. “Enero siempre es duro, a ver cómo resulta el día a día, y esperemos que esta campaña de descuentos sea positiva”, concluye.

Para ACEX fue buena campaña “en líneas generales”

Marisa Ladera, gerente de ACEX, la Asociación de Comerciantes de Extramuros, hace un balance “bueno en líneas generales”, destacando que la iluminación extraordinaria “ha dado mucha vida a Puerta Tierra y ha repercutido favorablemente en las ventas de algunos sectores, no todos”. Valora positivamente las acciones para atraer clientes desarrollados por los comercios asociados, como la entrega de entradas para el festival Puro Latino o las promociones de ‘rasca y gana’, amén de los eventos festivos para las familias. También indica que el cambio de día de la cabalgata “ha trastocado” el habitual ritmo de ventas. Y si bien el día 4, fecha de la cabalgata, “se vendió porque era sábado y ese día siempre se vende bien”, el vacío que dejó la cabalgata el día 5 “afectó a las ventas y había incluso comercios cerrados, influyendo además el mal tiempo”. Marisa Ladera aprovecha para pedir “que se compre más en el comercio local, en el que dan mejor atención que en ningún sitio, y además el gasto repercute directamente en la ciudad”.

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