El pasado 22 de julio concluyó la última edición del festival No sin Música que se celebró durante tres días en el Muelle Ciudad del recinto portuario de Cádiz. Antes, el 14 de julio, el mismo escenario acogió el concierto de Myke Towers, incluido en el ciclo Músicas del Mar que se retomará en estos días con las actuaciones de Maka, el 19 de agosto, y de Manuel Carrasco, el día 25. Y entre estas fechas de julio y las próximas del presente mes, nada. El Muelle Ciudad ha permanecido ocupado por el escenario, la grada lateral, barras, servicios, quioscos y contenedores elevados sobre la avenida del Puerto sin que la infraestructura haya sido aprovechada de alguna manera para darle algo más de vida al verano de la capital.

Se trata de un montaje costoso en un espacio público que también tiene un coste y que, sin embargo, se ha llevado sin uso casi un mes entero. No se trata, por supuesto, de mantener este recinto ocupado y con música las 60 noches de los meses veraniegos por excelencia, pero sí, quizás, de dotar de más contenido a un espacio privilegiado, céntrico y atractivo que parece, por el contrario, que se ha desaprovechado manteniéndolo vacío y con muchos visitantes preguntando cuál es la programación prevista en el escenario.

Cierto es que el verano gaditano ha tenido y está teniendo otros espacios y otras actividades (muy lejos en calidad respecto a otras localidades de la Bahía que llevan años ganando el pulso musical a la capital) que han conformado la oferta artística de Cádiz. Una oferta muy mejorable, desde luego, aunque también con algún que otro atractivo, cuestión de gustos, ofrecido a cuentagotas.

El escenario del muelle, con su amplia explanada, ha estado un mes cerrado, sin uso. Un espacio que a partir por ejemplo de las nueve de la noche, para ganar la batalla al sol, se habría podido utilizar para citas de distinto calado, para conciertos u otro tipo de actividades (cine de verano, por ejemplo) que, sin necesidad de extenderse hasta la madrugada con decibelios excesivos, hubieran supuesto una alternativa distinta para gaditanos y visitantes.

El futuro proyecto de integración muelle ciudad precisa de entrenamiento, de proyectos que den utilidad al espacio y que acostumbren al ciudadano a acercarse a su pretil con más curiosidad de la de ver el mar. Sucederá en unas semanas con la Gran Regata, pero ésta se celebra cada muchos años y el escenario se monta en el muelle todos los veranos.