Cádiz

Los misioneros identes se harán cargo del culto de la iglesia de San Francisco en Cádiz

  • La comunidad religiosa sustituirá a los franciscanos, que anunciaron su marcha el pasado mes de mayo y celebraron el domingo la última misa

La iglesia de San Francisco.

La iglesia de San Francisco. / Jesús Marín

La iglesia de San Francisco, en Cádiz, ya tiene asegurada la continuidad de su culto tras el anuncio de marcha de la orden de los franciscanos, que se conocía a finales de abril y se hacía efectivo el domingo con la celebración de la última misa. Serán los misioneros identes quienes se hagan cargo de este templo, según ha anunciado la cofradía de Vera-Cruz.

Los identes, que forman parte del Instituto Id de Cristo Redentor es un instituto de vida consagrada de derecho pontificio, fundado por Fernando Rielo Pardal el 29 de junio de 1959 en Tenerife. Según explican en su propia web, el carisma de estos religiosos y religiosas se centra en "vivir la santidad por medio de un examen ascético y místico en común" y su misión se dirige especialmente a los jóvenes y al "diálogo con los intelectuales para defensa de la verdad revelada".

En Cádiz, este instituto está presente desde el año 2015, estando actualmente al frente de dos parroquias en la diócesis: la de María Auxiliadora de Puerto Real y la del Buen Pastor del Barrio Jarana, dirigidas ambas por Luis Sánchez de Francisco, con Enrique Guedeje-Marrón como vicario parroquial.

Según informa la hermandad de Vera-Cruz, la llegada de los misioneros identes se producirá en los próximos días para hacerse cargo del convento, del que los franciscanos se marchan después de residir allí al menos desde 1566. Una marcha motivada por la falta de vocaciones que repite lo que previamente ya ha ocurrido en Cádiz con jesuitas, mercedarios o carmelitas.

Misa de despedida

La marcha de los franciscanos se hizo simbólicamente efectiva este pasado domingo, con una eucaristía que fue presidida por el obispo diocesano, Rafael Zornoza, y en la que participó la comunidad de frailes que hasta ahora residía en Cádiz y el párroco in solidum del Rosario, Rubén Virués. Además de una representación de los distintos grupos y movimientos que hacen su vida en esta iglesia de San Francisco que seguirá abierta, aunque sin franciscanos.

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