La proliferación de noticias de diversa índole pueden crear temores sin ningún fundamento entre la población. La mezcla de informaciones sobre la epidemia del virus del ébola que afecta a Nigeria, Liberia, Guinea y Sierra Leona, y la llegada masiva de inmigrantes a Tarifa la pasada semana ha propiciado un caldo de cultivo para llegar a creer que pueda existir riesgo de contagio, tal como señalaron el martes desde el SUP en una rueda de prensa en Jerez.

Sin embargo, esto se aleja de la realidad por varios factores, como son el lugar de procedencia de los inmigrantes, el tiempo que los subsaharianos llevan esperando en Marruecos para viajar a España o el periodo de incubación del virus.

El director del Secretariado de Migraciones del Obispado de Cádiz y Ceuta, Gabriel Delgado, está trabajando en Tarifa sobre el terreno en la atención a los inmigrantes. Ante este posible miedo, Delgado explicó que "hace unos 20 días estuve con el obispo de Tánger viendo la realidad. En el bosque de Belyounech, en la frontera con Ceuta, había unas 1.000 personas, mientras que en el monte Gurugú, en el frontera con Melilla, había más de 2.000 personas escondidas. Esas son las que han pasado estos días". Todo esto, tras un largo viaje desde sus lugares de origen, algo que evita la posibilidad de que tengan el virus del ébola, por lo que desde el Obispado se quiso lanzar un mensaje de tranquilidad.

Además, tal como argumentó el sacerdote, los países de procedencia son Camerún, Malí, Costa de Marfil o Senegal, por lo que no coinciden con los sitios en los que se ha propagado la enfermedad.

A pesar de esto, si ocurriera algún caso en la provincia de Cádiz, el SAS ha elegido como centro de referencia al hospital universitario Puerta del Mar.