Cuando llega septiembre niños y niñas acaparan los focos de la actualidad educativa. Pero existen otras personas con la misma ilusión por ocupar sus pupitres. Personas mayores a las que el sistema público autonómico les da una nueva oportunidad para formarse. Después de un complicado año y medio de pandemia, en el Centro de Educación Permanente Viento de Levante han trabajado duro para adaptarse a la nueva situación y para que sus más de 600 alumnos regresen a la normalidad. En la barriada de La Paz, un entorno con una población envejecida que demanda las enseñanzas que oferta este centro que abrió sus puertas en el curso 1983-1984.

Más de la mitad del alumnado supera los 65 años y hay alumnos con más de 85. El director, Cándido Gutiérrez, explica que el curso pasado “fue difícil para personas con problemas de salud o movilidad reducida. Y este curso recuperamos la ratio casi en su totalidad. Con la ventaja de que todos están vacunados”. En la oferta educativa de Viento de Levante entran en escena necesidades emergentes como la alfabetización digital, con mucha demanda y 202 alumnos matriculados.

“En la pandemia muchas personas mayores se han visto solas y con problemas”, apunta Isabel Vázquez, jefa de estudios. Añade Gutiérrez que “el confinamiento ha desatado una necesidad social de primer nivel y es, para las personas adultas ante la amenaza de la brecha digital, poderse ‘defender’ ante las ventanillas virtuales que se han multiplicado como citas médicas, seguridad social, DNI, etcétera…”. El director estima que se trata de “un un verdadero plan de alfabetización digital, equivalente a lo que en otros tiempos era la alfabetización lectoescritora”.

“Además de las enseñanzas que reciben los mayores es muy importante la socialización. Que no se encuentren solos o solas, que vengan, hagan sus grupos de trabajo, encuentren aquí incentivos para salir de casa…”, indica Isabel Vázquez. El confinamiento hizo también mella en la memoria de estas personas. Tanto es así que Viento de Levante estrena este año el Plan de Activación de la Memoria, dentro del Plan de Hábitos Saludables.

La alfabetización digital, más necesaria que nunca para las personas mayores

El próximo curso el centro impartirá Formación Básica, lo que equivale al antiguo graduado escolar. “Es como una enseñanza de Educación Primaria adaptada a las particularidades de los adultos”, dice Vázquez antes de recordar que “hay muchas mujeres que dejaron sus estudios cuando eran niñas y tienen mucho interés”. Cándido Gutiérrez apostilla que “estos alumnos son el buque insignia. Se identifican con el centro y en muchos casos están motivados por sus hijos para retomar la formación. Asimismo se imparte la ESPA (Educación Secundaria de Personas Adultas) con el objetivo de reenganchar al sistema educativo a chicos y chicas que no han acabado la ESO.

En idiomas, inglés y francés con tres niveles. “Se alcanza al final de los estudios el nivel A, el paso previo para entrar en la Escuela Oficial de Idiomas”, expone Isabel Vázquez. En cuanto a Cultura emprendedora el reto del próximo curso es crear un huerto urbano, mientras que Patrimonio cultural e histórico es una “enseñanza con mucho éxito con un perfil particular de personas jubiladas con inquietudes por conocer el patrimonio cultural y el arte. Alumnos muy comprometidas que incluso realizan trabajos de profundización en distintos temas”, dice el director. De la misma manera se oferta el Plan de español para extranjeros, que necesitan el idioma para poder acceder a los demás niveles de enseñanza.

El plazo de matrícula permanecerá abierto durante todo el primer trimestre. Más de 600 alumnos, con nueve profesores, se repartirán entre dos turnos, mañana y tarde. Una persona puede solicitar dos planes, esto lo hace el 50 por ciento de los matriculados. Las clases comenzarán el 15 de septiembre. Viento de Levante cuenta con dos aulas externas: el Centro Cultural El Bidón en el barrio de La Laguna y la Asociación Cerromarcha en Cerro del Moro y Puntales.

Mantiene Cándido Gutiérrez que “la red de centros de educación permanente es muy potente en Andalucía. Deja huella en las poblaciones”. Y tanto. Según concluye el director de Viento de Levante “la repercusión social y cultural de la Educación de Adultos fue tan grande que se tomó como ejemplo en otras comunidades, y trascendió fuera de nuestro país, hasta tal punto que, en el año 1987, el Servicio Andaluz de Alfabetización de Adultos fue premiado por la Unesco”.