Decía el alcalde hace unos días que la regata que hoy arranca en el muelle de la ciudad no podía compararse con la de 1992. De algún modo, aquel acontecimiento que el año que viene cumplirá un cuarto de siglo marcó un antes y un después en este tipo de eventos. Ninguno de los que sucedieron a aquella Colón 92 ha logrado mejorarla, según la opinión unánime de la ciudad. Pero sin entrar en comparaciones con esa regata, ¿cómo va a ser, a priori, la fiesta marítima que hoy comienza en relación a las últimas que ha acogido el puerto gaditano?

De entrada, el dato más relevante no juega muy favor de la Gran Regata 2016. Este año es cuando menos embarcaciones habrá en los diferentes muelles. 44 según la última cifra que aportaba ayer el Ayuntamiento, lo que se une a la ausencia conocida hace unas semanas del Juan Sebastián Elcano, que siempre levanta tanta expectación en tierra gaditana. Y si en las dársenas habrá menos mástiles que en anteriores ediciones (en la regata del 2000 hubo más de medio centenar de embarcaciones, en 2006 llegaron a ser 64, aunque se anunciaron en su momento hasta 83 barcos, y en 2012 la cifra sí fue muy similar a la de este año, rondando el medio centenar), la programación y actividades a realizar son los otros criterios que sirven para comparar esta regata con las ya celebradas en la ciudad.

En este sentido, conviene señalar que las atracciones, las carpas y puntos destinados a la hostelería, los conciertos de música y las actuaciones flamencas y carnavalescas han venido marcando hasta ahora la programación de cada acontecimiento. En esta línea, la configuración es bastante similar a lo que hasta ahora se ha venido realizando.

Por el escenario de la regata han pasado ya Los Cucas (en dos regatas), Maíta vende cá, Azúcar Moreno, Ketama, Rocío Jurado, Rosario Flores, Macaco o Rubén Blades, a los que se unirán este año Chambao o Marlango.

La música se suma a la presencia de fuegos artificiales que suele acompañar a una regata de grandes veleros, a los pasacalles de animación que suelen recorrer el recinto portuario los días de regata o a las actividades infantiles, siempre presentes en cualquier regata. Las exposiciones han sido otra parte fundamental que ha acompañado -casi siempre- a la llegada de veleros de todo el mundo a Cádiz, habiéndose desarrollado en diferentes enclaves de la ciudad, como ocurrirá también este año.

Sí ha habido una variación, por su parte, en la propuesta carnavalesca de la regata; hasta ahora, el carrusel de coros era un clásico en esta celebración, pero en la edición de 2016 dará paso a la denominada Regata de Coplas, con actuaciones de 14 de las 15 finalistas en distintos escenarios instalados en la ciudad.

El deporte ha sido también una modalidad muy unida a las regatas. Se han celebrado carreras populares (en el año 2000) o pruebas de natación (2012), anunciando el Ayuntamiento para estos próximos días varias actividades (soga tira, zumba o cardio kick boxing) en el puerto.

En el apartado de ausencias hay que reseñar en esta edición la de los espectáculos de caballos protagonizados por la Escuela de Arte Ecuestre, que era uno de los grandes atractivos del denominado parque temático.

Y si se pone la atención particular en cada regata celebrada en la ciudad desde 1992 hasta ahora -en los años 2000, 2006 y 2012- se pueden citar atractivos particulares que supusieron alicientes en su momento. En el año 2000, por ejemplo, se contó con una mascota, Feni; y vino a Cádiz esos días la banda de música Inmemorial del Rey, que incluso estrenó un himno donado a la ciudad por la tertulia Al Palo. En 2006 se habilitaron bolsas de aparcamiento (en el subterráneo del centro comercial Bahía de Cádiz, en el entonces solar de lo que hoy es la Casa de las Artes, en el colegio San Felipe Neri o en la explanada de la antigua Aeronáutica) y se contó con la Patrulla Águila que ofreció una exhibición en el aire. Y en 2012 tuvo la ciudad un día más de regata, quizás algo ensombrecida dentro de la dinámica y del balance general del Bicentenario.

Con estos antecedentes se presenta hoy la Gran Regata 2016, donde posiblemente lo que destaque de cara al día de mañana sea la implicación de la Universidad, con sus cinco carpas instaladas en el muelle en las que habrá una decena de talleres, nueve exposiciones y hasta 17 conferencias estos próximos días, y con el buque oceanográfico UCAdiz, que estará atracado en el muelle Alfonso XIII abierto a los visitantes.

Así se presenta, en líneas generales, la Gran Regata 2016. Un evento que pone la ciudad mirando al mar y que contará con menos embarcaciones que nunca en el agua y prácticamente con los mismos atractivos en tierra.