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Cádiz

Los malos tiempos no vuelven

  • El Ayuntamiento lamenta que la manifestación contra la droga convocada en Santa María provoque una alarma que no está justificada

Hubo un tiempo en que pasear por Santa María causaba cierto desasosiego a los extraños, a los elementos ajenos a un paisaje pinturero salpicado de casas de vecinos y camellos que trapicheaban con aquella heroína que convirtió en muertos vivientes a buena parte de una generación. Hoy, dos décadas después, el barrio ha cambiado. Aún quedan rastros de la infravivienda y el consumo de droga, rebujito principalmente, ha aumentado en el último lustro, pero dando un paseo por sus calles en compañía del concejal de Seguridad de Ayuntamiento de Cádiz, David Navarro, la sensación es diferente. Por eso desde el propio Consistorio cuesta comprender los motivos por los que se ha convocado una manifestación contra la droga esta tarde, una concentración que partirá de la plaza de la Merced, el mismo lugar donde Navarro, junto a dos de los policías locales asignados a la vigilancia de la zona, conversan con este diario. "Durante las últimas semanas hemos aumentado la vigilancia, tanto de agentes uniformados como de paisanos, poniendo especial hincapié en los cinco domicilios que desde la asociación de vecinos se nos ha dicho que son puntos habituales de venta de droga". Estas supuestas viviendas de traficantes se sitúan en Teniente Andújar, dos de ellas, Sopranis, Santa María y Botica. Sin embargo, pese a vigilar desde calles y azoteas para comprobar que esas denuncias vecinales tenían un fundamento "no hemos podido detectar nada anormal", reconocía Navarro. "Se ha localizado a una persona que estaba en busca y captura por ejemplo, pero la Policía Local no ha podido constatar esos datos".

Los convocantes de la manifestación afirman que es necesario que se vuelva a poner en funcionamiento el servicio de Policía de Barrio, que desapareció hace algunos años. No obstante, durante nuestro recorrido por sus calles, nos topamos con un coche de la Policía Local patrullando y un furgón de la Policía Nacional haciendo también una labor de vigilancia.

Policías locales de paisano han vigilado, sin resultados, supuestos puntos de venta de droga

Los agentes de la Policía Local con los que hablamos nos comentan que sí que han notado en los últimos tiempos un aumento en el trapicheo, pero que no estamos ante un fenómeno que afecte únicamente a Santa María. "Estamos viendo que hay narcotraficantes que vienen desde Sanlúcar con un buen cargamento de rebujito y venden las papelas hasta a cinco euros". Esa es la cuestión, la socialización de una droga que provoca una gran adicción como es el rebujito, una mezcla de heroína y cocaína que se fuma en papel de plata y que añade a los síntomas habituales del caballo el efecto euforizante de la cocaína.

David Navarro lamenta que la convocatoria de esta manifestación pueda ofrecer una imagen distorsionada de lo que es el barrio Santa María en estos momentos, a la vez que considera que las afirmaciones de que el trapicheo ha aumentado en domicilios del barrio "no son ciertas, como tampoco lo es que la competencia en cuanto a la lucha contra el narcotráfico sea de la Policía Local", indicó.

El equipo de gobierno ha mantenido periódicos encuentros con dirigentes de la Asociación de Vecinos Las Tres Torres para intentar anticiparse a cualquier problema, e incluso se han redoblado los esfuerzos desde la celebración de la junta de seguridad con motivo de los pasados carnavales, "pero no nos parece bien que se dé la sensación de que Santa María ha vuelto dos décadas atrás ni que es un barrio peligroso. No hay más que darse un paseo por sus calles para comprobarlo".

Los agentes con los que conversamos comentan que cuando cae la noche los sospechosos habituales sí que inician sus negocios, pero advierten que su modo de proceder ha cambiado. "Ya no se vende en la calle, ni siquiera llevan dos papelas encima. Quedan con el comprador y cierran la transacción. Sólo entonces van a su casa a por la mercancía, si no han visto nada sospechoso que los alerte, claro. Y hasta que no somos capaces de parar a un buen puñado de compradores no podemos conseguir una orden judicial de registro. Es complicado".

La falta de policías nacionales que sufre la Comisaría Provincial de Cádiz, agravada por los traslados de detenidos a los calabozos de San Fernando, puede ser una de las causas por los que hay vecinos que están percibiendo un aumento del trapicheo, aunque David Navarro insiste en que no se puede caer "en la alarma social".

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