Lalo Grosso, toda una vida entre su cocina y sus libros

Retrato de otra época

Sus conocimientos de cocina desde su infancia le llevó a ser una de las pioneras en el mundo del catering

Lalo Grosso con los reyes de España Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia en uno de su encuentros.
Lalo Grosso con los reyes de España Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia en uno de su encuentros. / Archivo familia Grosso

Hoy recorremos la historia de Rosario Grosso Burnham, conocida familiarmente como Lalo Grosso, que nació el 7 de noviembre de 1932 en la casa familiar de la calle Feduchy. Fue la segunda hija de Antonio Grosso Portillo y Susana Burnham Rodríguez-Piñero.

Sus primeros estudios los realizó en el colegio de las Irlandesas en Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Seguidamente, se trasladó a Madrid al colegio de Santa Isabel, hasta que se marchó a estudiar al Belmont Abbey School en Hereford (Inglaterra).

Ya de vuelta a Cádiz, en una procesión del Viernes Santo conoció a su marido, Guillermo Macpherson Vidal, que se convirtió en el hombre de su vida. Se casaron el 30 de septiembre de 1954.

Recién casada se fue con su marido a vivir a Argelia, donde la familia tenía propiedades con negocio de corcho. Pero por motivos políticos, regresaron tan solo un año después.

En 1958 se instaló en Bahía Blanca, donde viviría con su marido y sus seis hijos.

Empezó su actividad en el mundo de la cocina en 1970 impartiendo clases. Más tarde se inició en los catering, siendo una de las pioneras. Toda su vida había sido una gran amante de la cocina, un arte que aprendió primero con la cocinera en casa de sus padres y luego con la cocinera vasca de sus suegros. Uno de sus primeros catering, como ella recuerda, fue el elaborado para la boda de su prima María del Carmen Grosso Mayol. Después vinieron innumerables bodas, puestas de largos, comuniones...

Su primer libro fue El vino de Jerez en la cocina universal, considerado la biblia del sherry. Entre 1983 y 1986 regentó el restaurante El fogón en Valdelagrana, con Margarita López de Carrizoza. Seguidamente, continuó su actividad profesional en la bodega Domecq, donde por indicación de Manuel Domecq Zurita se encargó de toda la parte gastronómica. Con su catering recorrió numerosos países como Rusia o Dinamarca. Siempre ofrecía lo mejor de sus productos.

Lalo Grosso con parte del personal en uno de sus numerosos catering.
Lalo Grosso con parte del personal en uno de sus numerosos catering. / Archivo Familia Grosso

Desde 1990 hasta su jubilación en 1995, llevó la parte culinaria de la bodega Osborne .

También durante los veranos dirigió el restaurante Alameda del Rastrillo de Nuevo Futuro en Cádiz.

La protagonista de este artículo dirigiendo el restaurante ‘Alameda’ del Rastrillo de Nuevo Futuro.
La protagonista de este artículo dirigiendo el restaurante ‘Alameda’ del Rastrillo de Nuevo Futuro. / Archivo Familia Grosso

Entre sus comensales se encuentran los reyes Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia, con quienes les une una estrecha amistad. Cuenta como un honor el día que se encargó de organizar a los Reyes en uno de sus viajes Cádiz una cena en su casa de Bahía Blanca.

Hoy a sus 93 años de edad, Lalo Grosso vive rodeada del cariño de sus hijos, nieto y bisnietos.

Agradecimiento por la colaboración prestada y la cesión de fotografías a Lalo Grosso y a María José Macpherson.

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