Cádiz

Kichi: “Tengo mono de escenario... de salir en la comparsa de Carnaval o de tocar rock”

  • "Añoro mucho la fiesta, compartir ratitos y experiencias con la gente"

González, en el salón de plenos.

González, en el salón de plenos. / Lourdes de Vicente

¿De qué está más satisfecho tras estos más de siete años de gobierno?

–No sé. Es quiza una pregunta que uno la hace cuando está fuera. Pero estoy muy satisfecho de haber podido demostrar de que es posible hacer política sin enriquecerse de ella, solamente con vocación de servicio, amando a tu ciudad y tui gente.

Y estoy muy satisfecho de haber podido demostrar de que es posible ensanchar los límites de lo institucional. Es posible llegar más lejos. Cuando se me dice en el Ayuntamiento de que ‘ésto no se puede conseguir’ y sí podemos. Podemos garantizar el consumo de agua, que a la gente no se le corte la luz. Sí es posible hacer ese tipo de cosas y sí es posible esa apuesta por lo institucional que hicimos quienes estábamos en los movimientos ciudadanos, demuestra que todo el trabajo no ha sido en vano.

Merece seguir estando en las instituciones. Primero para que no estén ellos, para que la derecha no vuelva al Ayuntamiento de la ciudad. Esa derecha que piensa solamente en ella, esa derecha mentirosa, esa derecha ladrona, que roba dinero a la gente y lo invierte en chalés, en gambas, en Campari. En lujos, en vivir por encima de sus posibilidades.

Y segundo, por seguir ensanchando un poco más. Creo que todavía no ha llegado al límite del municipalismo del siglo XXI tiene ese desafío por delante: ensanchar al máximo los lÍmites del institucional, de tal manera que la ciudadanía se implique.

–¿Y el ‘debe’ que más lamenta?

–No poner en marcha el presupuesto participativo. Entiendo que antes es necesario hacer un proceso con la ciudadanía de manera que entiendan que hay que hacer política ciudadana más allá de votar cada cuatro años, lo que es importante y un deber.

Es un proceso lento y enrevesado. Me hubiera gustado muchísimo haber elaborado unos presupuestos participativos, organizados por barrios, por distritos, en que cada uno hubiera puesto encima de la mesa cuales son sus necesidades y ordenarla y repartir el presupuesto. Espero que podamos hacerlo en el futuro.

–Una vez que haya dejado la Alcaldía ¿volverá a participar en el Carnaval, en su comparsa?

–(Se ríe) Me encantaria. Me encantaria hacer algo artístico. Tengo mono de escenario. Siempre que subo a un escenario es para dar un mitin y me encantaría poder cantar, poder tocar la guitarra, no sé si en Carnaval o en un grupo de rock. Tengo mono de algo más de electricidad.

Hecho de menos muchas cosas y el Carnaval evidentemente forma parte de mi y es responsable un poco del Kichi de hoy en día. Por eso tengo mucha añoranza, no sólo del Carnaval sino de la gente y compartir esos ratitos de encuentros, de compartir experiencias.

–Digo yo que cuando preparen las letras, les dirá a sus compañeros que gobernar no es sencillo.

–(Risas) Bueno, creo que la letra crítica es siempre necesaria . Una cosa es la crítica y otra es la ofensa pura y dura, gratuita sin ningún tipo de contenido ni de sustancia. Creo en la crítica, y los pasodobles que me dedican yo los asumo, me gusta que no se pierda ese fuego.

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