Una jornada para aprender jugando

Congreso de la SEICAP Información para familiares de alérgicos y talleres para los más pequeños

El Paseo de Canalejas acogió durante el día de ayer la Carpa del Niño Alérgico

Daniela juega en el 'self-service' de la carpa y coge los alimentos que sabe que puede tomar.
Daniela juega en el 'self-service' de la carpa y coge los alimentos que sabe que puede tomar.
Pilar Hernández Mateo / Cádiz

12 de mayo 2012 - 01:00

Daniela tiene cinco años y es alérgica al huevo, al marisco, los cacahuetes, el plátano, el kiwi y el melocotón. Además de estas alergias alimentarias, tiene otras ambientales y también a algunos animales. Ayer llevaba una cinta verde en la cabeza con varias pegatinas con dibujos de los alimentos que no puede tomar.

Ella fue la primera pequeña que entró en la Carpa del Niño Alérgico, instalada ayer en el Paseo de Canalejas con motivo del XXVI Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP). Contaba que llevaba mal eso de tener tantas alergias "porque no puedo comer muchas cosas y cuando voy a un cumple, mis padres tienen que leer antes los ingredientes de todo porque si me lo como me pongo malita", explicaba Daniela mientras coloreaba una careta que después se pondría "y así todos los niños que la llevan puesta son iguales, no habrá diferencia entre alérgicos y no alérgicos", comentaba una de las voluntarias de la Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex (AEPNAA).

Esta entidad colaboraba con la SEICAP en la organización de la carpa, realizando distintos talleres dirigidos principalmente a los más pequeños. Uno de estos talleres era un self-service en el que cada niño adquirían alimentos en función de sus alergias, pero también teniendo en cuenta las de los compañeros que comen con él en el colegio. "Se trata de concienciar y de enseñar a respetar a los demás. Hay poca información sobre este tema y hay que concienciar tanto en los colegios como en los hospitales, donde no existen menús para alérgicos, y en los centros de salud, donde utilizan el látex", señala Rosario Moreno, delegada de AEPNAA en Cádiz.

Por su parte, la coordinadora en Andalucía de AEPNAA, Encarnación Cortés, destacó la importancia de que se apruebe un protocolo en Educación a la hora de atender a niños alérgicos "para que en los colegios sepan tratarlos y también prevenir las reacciones".

Los padres de Daniela afirman que al principio lo pasaron muy mal, tanto la niña como ellos, pero ya están todos concienciados de lo que tiene. "Ella sabe que no puede compartir los bocadillos con sus amigos y cuando va a los cumpleaños, se lleva su propia comida y trae las chucherías que le dan para que nosotros veamos lo que puede tomar". Cuentan que ahora que Daniela ya sabe leer es más fácil. Le están enseñando los aditivos, emulgentes y derivados de los alimentos que puede tomar para que ella misma los identifique. Destacan la dificultad que tienen para encontrar alimentos que su hija pueda tomar y se lamentan de que en Cádiz faltan especialistas. Agradecen la ayuda e información que han recibido de AEPNAA.

Además de los talleres, los visitantes a la carpa podían encontrar mesas informativas de diversos laboratorios farmacéuticos.

Nada más entrar, nos encontramos con un cartel en el que aparecía un gorila y una pregunta: "¿Qué da más miedo, un gorila o un cacahuete?" Aunque a la mayoría de personas les daría más miedo un gorila, al conocer las consecuencias de una reacción alérgica se entiende que muchos teman más un cacahuete, ya que, según explicaban en la mesa del laboratorio Alk-Abelló, "una simple traza puede provocar un shock anafiláctico que ponga en peligro la vida". Allí enseñaban a niños y padres a usar un autoinyector de adrenalina, que en caso de shock anafiláctico, salva la vida.

También estaba presente el laboratorio Leti, con una unidad de alergia y otra de dermatología. Los representantes informaban sobre la alergia a pólenes y ácaros, y resolvían dudas sobre el tratamiento de la dermatitis atópica. Los niños podían aprender sobre alergias y vacunas gracias a unos folletos con actividades. En la mesa ofrecían muestras de algunos de sus productos, todos con principios activos naturales, "los únicos que cubren los cuatro síntomas de la atopía".

Por su parte, el laboratorio Sanutri de alimentación infantil, especialista en leches hidrolizadas para niños con alegia a las proteinas de la leche de vaca, informaba sobre sus productos y las especificaciones de cada uno.

Los pequeños asistentes podían llevarse un balón de fútbol, obsequio del laboratorio Bial Arístegui. Así, todos los visitantes salían satisfechos, los niños con los juegos y los mayores con la información.

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