La iniciativa privada será la que haga la operación de la manzana de Supersol
Comienza el derribo de la nave que ocupaba Talleres Faro que pondrá fin a uno de los símbolos del chabolismo industrial
La Zona Franca empezó ayer los trabajos de demolición de las antiguas instalaciones de Talleres Faro, una de las empresas auxiliares históricas de la Bahía de Cádiz. La ejecución la llevará a cabo la empresa Construcciones Manzano durante los próximos tres meses por un importe de 174.961,17 euros.
Esta nave era de propiedad municipal y fue adquirida por la Zona Franca por 2,8 millones de euros para ponerla a disposición de la transformación del polígono exterior, teniendo en cuenta que se encuentra dentro de una de las zonas prioritarias para la ejecución de esta reordenación.
El delegado del Estado de la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, estuvo en la mañana de ayer visitando la zona para asistir al inicio de los trabajos de demolición. Este es otro de los símbolos del llamado chabolismo industrial que campa en el polígono exterior de la Zona Franca y que es una de las imágenes que se va a tratar de borrar con los planes conjuntos entre el Consorcio y el Ayuntamiento de Cádiz.
La nave se va a quitar casi al completo y sólo se va a dejar en pie una zona que sirve de medianera con otra nave que tiene actividad y cuenta con permisos especiales de la Junta de Andalucía, ya que con la uralita está asegurada la presencia de amianto.
Jorge Ramos explicó que éste es un paso importante en el proceso de regeneración del polígono exterior y recordó que con esta ya son dos las obras de demolición que se encuentran en marcha, la de Abelló Linde que se inició en mayo, y ahora la de Talleres Faro.
Uno de los objetivos prioritarios que tiene el Consorcio es la de hacerse con el edificio de Supersol, cuya propiedad la comparte la Zona Franca con otros dos compañeros de viaje. Jorge Ramos reconoció que han hablado en numerosas ocasiones con uno de los propietarios para tratar de llegar a un acuerdo para hacerse con los terrenos y poder poner también ese solar a disposición de los emprendedores.
El delegado del Estado de la Zona Franca de Cádiz insistió ayer en que las actuaciones que se ha de llevar en la zona corresponderá a la inversión privada "porque lo que no vamos a hacer es lo que ocurría en épocas pasadas y es la de ser una inmobiliaria. Eso sí, con respecto a la de Talleres Faro, Ramos reconoció en que en el caso de que hubiera un inversor concreto que quiera darle actividad económica a la nave, la Zona Franca, podría llevar a cabo la ejecución del nuevo equipamiento como se ha hecho con otros casos en el recinto fiscal.
La ex alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, siempre había dicho que había dos operaciones en la reordenación del polígono exterior de la Zona Franca que tenían que servir de modelo al resto y ser un escaparate para atraer la inversión privada. Uno se situaba en los terrenos de la antigua Navalips, donde estaba prevista la construcción de un centro metropolitano de espectáculos y cuya fórmula de financiación iba a ser parecida en un inicio a la del Carranza, es decir, se paga la construcción y después se trata de recuperar el dinero con la venta de los locales comerciales. Sin embargo las dificultades surgidas en el estadio ha dejado aparcado de momento el tema.
El otro era el de la zona de Supersol, donde estaba previsto un uso hotelero y también un centro comercial. Jorge Ramos recuerda que será la iniciativa privada la que haga esto "porque nuestro papel es el de poner las condiciones necesarias para que puedan venir los inversores".
El delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz dijo que el trabajo que se ha realizado durante estos años "ha sido artesanal, un trabajo de chinos" donde se ha tratado de ir aclarando la multipropiedad que había en todo el polígono exterior y donde el Consorcio se ha ido haciendo con la propiedad de algunos edificios para poder acelerar algunas unidades.
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